Tras treinta años viviendo de la política, Celia Villalobos se aparta de la arena parlamentaria. Celia nos deja un rosario de situaciones en las que ha demostrado su exquisita educación, saber estar y profundos conocimientos que le hicieron meritoria ministra de Sanidad, entre muchos otros cargos retribuidos. Porque los huesos de cerdo son mucho más recomendables que comprar carne de vaca con el peligro de estar contaminada por la encefalopatía bovina, todo el mundo lo sabe gracias a Villalobos. La ya ex política nos ilustró con su manejo del protocolo a la hora de reclamar la presencia de su coche oficial al grito de "¡Manolo, coño!" y también nos dio a todos una lección de entrega abnegada al trabajo, ya que fue capaz de compatibilizar la presidencia del Congreso con la ardua tarea de pulverizar todos los récords en el Candy Crush. Te echaremos de menos. Manolo, su chófer, seguro que también.

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