Con independencia del partido que gobierne en este país, uno está acostumbrado ya a que le tomen el pelo con muchas de las cuestiones de interés general que se enquistan en el tiempo. Toca cambio de cromos, o de roles si se prefiere, y ahora los parlamentarios y diputados del PP se pondrán al frente de las reivindicaciones andaluzas y provinciales pendientes, mientras sus homólogos socialistas, abanderados de estas causas hasta hace escasos días, se dedicarán a tirar balones fuera. Todo lo malo a partir de ahora será culpa de la herencia del Ejecutivo anterior, como todo lo bueno será mérito del nuevo. Hay cosas que no cambian, simplemente, porque los que hasta ahora se han alternado en el Gobierno español siempre han mirado más por los intereses partidistas antes que por los de los administrados. Ayer ya surgieron las primeras voces en las filas del PP pidiendo la supresión del peaje de la autopista. Mucho me equivoco si el PSOE se pone manos a la obra para eliminarlo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios