Análisis

Fernando Faces

Caixabank-Bankia, una fusión de supervivencia

La fusión de Caixabank con Bankia no tiene otra estrategia que la de supervivencia. Es hacer de la necesidad virtud. El modelo de negocio de la banca española y europea no se ha adaptado a la velocidad y profundidad necesaria para garantizar su supervivencia. Es un modelo obsoleto, cargado de rigideces y costosas estructuras, físicas y humanas, que sólo puede sobrevivir a base de un discontinuo proceso de concentración para reducir costos. Caixabank y Bankia no se fusionan persiguiendo una estrategia de mayor crecimiento o cuota de mercado, de internacionalización, de diversificación geográfica y de productos o de dominio y liderazgo del sector. Su fusión es para sobrevivir.

El modelo de negocio del sector bancario español envejece por falta de adaptación a los nuevos tiempos, nuevos hábitos, nuevas tecnologías y nuevos competidores tecnológicos. Asistirémos a nuevas fusiones ,primero en España hasta que queden tres o cuatro entidades, y posteriormente en Europa . El acierto táctico de Isidro Fainé , presidente de la Fundación La Caixa, es qué lo ha visto antes y se ha anticipado. No es la primera vez que lo ha intentado: lo hizo con Jaime Terceiro o Rodrigo Rato. También ha influido la machacona insistencia de los reguladores, el Banco Central Europeo y l Autoridad Bancaria Europea,quW vienen insistiendo, últimamente con urgencia, en la necesidad de nuevas fusiones.

A la obsolescencia del modelo de negocio bancario hay que añadir la irrupción de nuevos competidores (fintech) y gigantes tecnológicos (Gafas), que están penetrando en el negocio bancario a través de los eslabones más rentables de la cadena de valor de la banca: créditos, pagos, servicios financieros. Con tecnologías avanzadas, costes mínimos de estructura y productos y servicios adaptados a los nuevos hábitos. Las barreras de entrada de la banca se han derrumbado como las murallas de Jericó; y los escombros y los costes de transformación están dañando su competitividad. No obstante la fusión ha sido acogida positivamente, tanto por los reguladores, como por los inversores.

La necesidad de las fusiones bancarias es una emergencia ante la nueva crisis que va a perdurar e impactar fuertemente en el volumen de negocio y rentabilidad de la banca. Los tipos de interés bajos han llegado para quedarse, la morosidad se disparará y el volumen de negocio y la rentabilidad de la banca seguirán disminuyendo. No hay tiempo para estrategias de transformación a medio y largo plazo. Son necesarias las fusiones que reducen costos a corto plazo, mediante la reducción de empleo y número de oficinas (se estiman entre 5.000 y 8.000 empleos y 1.500 oficinas). Otros riesgos colaterales son la reducción de la competencia y la excesiva dimensión (bancos lo suficientemente grandes cómo para no dejarlos caer, a costa del contribuyente ).

Las fusiones son una oportunidad, no una garantía. Las sinergias hay que gestionarlas, no están garantizadas. Los ajustes estructurales son costosos e inmediatos, y las ganancias en eficiencia son tardias. No obstante ,por la experiencia y calidad profesional de los gestores de ambas entidades, que se encuentran entre las tecnológicamente más avanzadas y digitalizadas, confío en que la fusión será un éxito.

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