Análisis

Juan Antonio solís

Balón vivo

Ojalá cree escuela la realización del Mundial: la atención a la grada, sólo con el juego parado

Las televisiones, las mismas que nos han regalado cada vez más fútbol, habían empezado a quitárnoslo a pequeños mordiscos. Los que dan esos realizadores que pretenden dar una clase de sociología en cada partido. Que están más pendientes de la sonrisa más excesiva, el atuendo más extravagante o la pancarta más ocurrente. Claro que eso también enriquece al fútbol, lo enmarca. Sobre todo, lo colorea. Pero hay que tener muy claro que el espectador sigue siendo fiel a las audiencias porque disfruta con una finta de Neymar, un pase de Iniesta o un eslalon de Messi. Sobre todo con eso.

El pasado viernes, el realizador del Portugal-España dio una rotunda lección a sus colegas, los de la Liga Santander por ejemplo, que juegan a sociólogos para martirio de todos nosotros. Los primeros planos, sobre todo, de la soberbia de ese soberbio delantero que es Cristiano Ronaldo, o del estado de confusión de De Gea. O del novato Fernando Hierro en su área técnica: ¿Habla mucho? ¿Es expansivo o contenido? ¿Se sienta? Eso sí añade información. Por supuesto, cuando el balón no está vivo. Y en esas pausas, algún foco a la grada. A las pelucas y el jolgorio. A la lágrima dulce o amarga. Pero ya está. En contadas dosis. Y vuelta a la hierba. Fue primoroso cómo contaron el partido.

Uno no va a grabar en su memoria a dos mexicanos con sus sombreros y sus ponchos abrazados, o a dos jóvenes croatas con la cara ajedrezada cantando orgullosas. Yo tengo grabado en mi memoria a Maradona con la camiseta rota por el marcaje de Gentile (1982); a Maradona de carterista ante Shilton o tirando a ingleses por el suelo en el Azteca (1986); a Maradona hipnotizando brasileños para regalarle la foto del gol a Caniggia (1990); y a Maradona devorando la cámara tras colarla por la escuadra ante Grecia (1994). Vale enfocar a Maradona fumando en el palco, ajeno a la ley una vez más. Pero cuando el balón esté callado en la hierba.

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