Eso de estar en paz con uno mismo es un excelente motor para ir por la vida, así que Aznar debe estar en la gloria con su conciencia inmaculada por muy manchada que esté su hoja de servicios.

Una buena treta para alcanzar esa dicha de la que disfruta el irreductible tótem de la derecha es la de creerte tus propias mentiras interiorizándolas como verdades absolutas, lo que no se le da nada mal a un incomprendido que hace de su capa un sayo en trasuntos como el terrorismo yihadista, la corrupción o la invasión de Iraq por mucho que la realidad y los jueces le hayan hecho una enmienda a la totalidad a ÉL (así, en mayúsculas, que no en balde se siente un dios menor ).

Estuvo soberbio (en el mal sentido) en la entrevista con Jordi Évole, sorteando sus sonrientes dardos y a lo suyo, que con ÉL no hay quien pueda y nunca defrauda,que ancha es Castilla para este recio hidalgo.

¿Pondría usted la mano en el fuego por Rajoy? "La pongo por mí". Otro recado para el sucesor de su sucesor. "Cuando me marché entregué un partido y un espacio electoral totalmente unido, lo que ha pasado después pregúnteles usted", en alusión nada velada a su cachorro, Pablo Casado, al que alertó de que su partido tiene un futuro "complicado" tras el sorpasso de Vox a PP y Ciudadanos en Cataluña.

También se mostró duro con el Rey emérito. "Si la persona que representa la institución (la Corona) no cree en ella, por qué van a hacerlo los demás", se preguntó tocado en la fibra el ex inspector de Hacienda.

Lo mejor de la jugosa entrevista pasó por el 11-M (sigue atrincherado en su cantinela de que los promotores de la matanza no estaban en desiertos remotos), por Iraq (es el único del trío de las Azores que no se ha disculpado por su deletérea teoría de las armas de destrucción masiva), o por la corrupción (pertrechado en que no tenía la "más remota idea" de los trapicheos de sus subordinados ).

El único asomo de autocrítica fue a cuenta de eso de que nadie le podía prohibir conducir con unas copas de vino...

De joven iba para periodista como su abuelo y Évole le pidió un titular tras la entrevista. Ni se lo pensó. "Aznar ha estado muy bien". No tiene abuela. Su esposa, Ana Botella, tampoco. "El mejor presidente, sin duda".

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