Análisis

Agencias Pilar cernuda

Ayuso desgrana su programa con una fuerte rebaja fiscal y guiños a VoxAyuso se presenta como nueva presidenta

La candidata popular levanta el aplauso sarcástico de la izquierda al prometer combatir la corrupción en su discurso de investidura

La popular Isabel Díaz Ayuso desgranó ayer su programa de Gobierno para la Comunidad de Madrid en su discurso de investidura, en el que anunció la "mayor" rebaja fiscal en la región e hizo guiños a Vox en asuntos como la violencia machista y los menores extranjeros no acompañados (MENA). La candidata finalizó su intervención con la ovación de los diputados del PP y la ausencia de aplausos en el resto de bancadas, incluidas las de Cs y Vox pese a que ambos partidos mañana votarán previsiblemente a favor de su investidura y el primero de ellos gobernará además en coalición con los populares.

Ayuso se comprometió a "gobernar para todos" con el apoyo de PP, Cs y Vox, formación a la que hizo guiños en distintos momentos de su discurso al incluir peticiones de la formación de ultraderecha, la mayoría incorporadas al pacto de Gobierno en coalición suscrito entre populares y naranjas.

Por ejemplo, Ayuso dijo que el sistema de identificación de los menores no acompañados tiene "mucho que mejorar", ya que cree que es un "riesgo real que en un mismo espacio convivan pequeños y mayores de edad".

Además, si es investida, obligará a los centros educativos a anunciar su programación anual con anterioridad al plazo de inscripción, incluyendo las temáticas extracurriculares que contengan los principales talleres y charlas. Esta propuesta va en línea con la petición de información que hizo Vox en la Asamblea sobre los centros públicos y concertados que dan charlas LGTBI, denunciada ante la Fiscalía por Podemos y que recientemente el partido de ultraconservador retiró con el fin de "reformularla" por cuestiones técnicas.

La candidata también prometió que buscará "la firma de acuerdos u otros protocolos que ayuden a acabar con el turismo sanitario" en la región, como pidió Vox. Pese a estos gestos, la portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, espera que Ayuso se comprometa con la formación en su discurso de hoy para apoyarla, porque considera que ayer se dirigió a los votantes del PP. Ayuso, que apeló al diálogo y el consenso "por encima de etiquetas partidistas", recordó el discurso de investidura de los presidentes madrileños Cristina Cifuentes, Esperanza Aguirre, Joaquín Leguina y Alberto Ruiz-Gallardón, aunque no mencionó ni a Ángel Garrido, ahora en las filas de Cs, ni a Ignacio González, procesado por el caso Lezo.

Entre los puntos de su programa de Gobierno, destaca la "mayor rebaja fiscal de la historia" de la región con una bajada de todos los tramos del IRPF que hará que se llegue a pagar hasta un 5,5% menos de este impuesto.

Para favorecer la conciliación de la vida personal, familiar y laboral, ampliará los horarios escolares y de los centros de cero a tres años. Otras medidas son la ampliación de la línea 3 de Metro, la gratuidad del abono transporte a mayores de 65 años y la ayuda de hasta 10.000 euros a los autónomos que contraten a un empleado por tiempo indefinido.

Ayuso creará una Consejería de Justicia, Interior y Víctimas del Terrorismo para "plantar cara a quienes pretenden tergiversar la historia y manchar su recuerdo" e impulsará un Pacto por la Ciencia de la Comunidad de Madrid. Al final de su intervención, reiteró su "tolerancia cero" contra la corrupción, una afirmación que los partidos de la izquierda (PSOE-M, Podemos y Más Madrid) recibieron con aplausos sarcásticos.

El portavoz de Cs y previsiblemente futuro vicepresidente, Ignacio Aguado, espera que no haya "ningún resquicio ni posible corrupción" que afecte al Gobierno. El portavoz adjunto del PSOE, José Manuel Rodríguez Uribes, criticó a la candidata por su entusiasmo "cero" y su "inocencia histórica" al presentar al PP como si no "arrastrase" casos de corrupción. El portavoz de Más Madrid, Íñigo Errejón, calificó el discurso de "desganado", lo que augura, según él, una investidura "deslucida": "No estaba ni siquiera el líder de su partido y no le han aplaudido ni sus socios", dijo. La portavoz de Podemos, Isa Serra, tachó el discurso de "muy viejo", "vacío" y lleno de "banalidades y lugares comunes".

MAL día para Isabel Díaz Ayuso, si fuera supersticiosa, para presentar su programa, aunque no lo será hasta que hoy le den su voto Cs y Vox. Está segura de que va a tenerlos. Su trabajo le ha costado, pero al finalizar su discurso ni Vox ni Cs anunciaron su apoyo incondicional. Monasterio declaró que espera la réplica y la formación naranja reiteró que si es imputada, le retiraría su respaldo. La balanza está muy inclinada para que Ayuso se convierta en presidenta de Madrid, la comunidad que tradicionalmente fue, junto a Valencia y Galicia, la joya de la corona popular. Perdió Valencia y Madrid ha costado conservarla.

Ayuso se ha hecho un nombre en poco tiempo y dará que hablar. Esa mujer que llegó a la política de la mano de Casado y que en su debut cometió torpezas, ha pasado tres meses estudiando y negociando. A la par. Se ha reunido con Leguina, Gallardón, Aguirre y Cifuentes, aunque no con González ni con Garrido. También se ha visto con Lucía Figar, que hizo la gran renovación de la educación en Madrid, como se reunió con autoridades de Finlandia, el país puntero en educación, una de sus obsesiones... como la sanidad, como la bajada de impuestos, como la tolerancia cero a la corrupción y como la política liberal en lo económico.

Sus rivales afirman que ese programa, tan ambicioso, es de imposible cumplimiento, pero ella confía en su capacidad y en la de su equipo. Y también en que podrá captar importantes inversiones para Madrid, la comunidad que más ha crecido en los últimos años.

No da importancia a la espada de Damocles que pende sobre su cabeza por la posible imputación, asume que ha cometido algún error de campaña, pero cree también que ha recibido un trato machista de algunos medios. Hace seis meses era una desconocida de la que destacaban que era pareja de un peluquero. Ya nadie hace bromas. Imposible prever si será buena presidenta, pero nadie duda de que le ha echado valor, energía, esfuerzo y codos a la tarea.

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