Así no hay quien ataque, aseguró el colombiano Supermán López, en referencia al elevado ritmo que impone el Jumbo, que anestesia la carrera. El equipo holandés ha apostado por esa táctica para llevar en volandas a Primoz Roglic, quiene, con margen en la general y con la crono final en la recámara, puede jugar a la defensiva.

El ganador de la pasada Vuelta a España es el principal interesado en un Tour sin escaramuzas en las etapas importantes, lo que se traduce en que su equipo se encargue de imponer un ritmo somnífero. "Es inútil hacer ataques, no sirven para nada. Los gregarios del líder están más agresivos. Lo único que queda es mantenerse", agregó Supermán, quien reconoció que ha tenido que renunciar a su ciclismo de ataque y conformarse con mantenerse.

"Atacar es inmolarse", coinciden en apuntar en el Movistar su jefe de filas, Enric Mas, y el experimentado Alejando Valverde.

Sólo Pogaçar parece tener recursos suficientes para plantar cara al tren Jumbo. El joven ciclista de 21 años logró hacer descarrilar la maquinaria holandesa en los Pirineos, pero reconoció que no tenía dinamita suficiente para repetirlo en el Grand Colombier.

"A diferencia del Ineos de otros años, estos también quieren ganar las etapas, no dejan nada", protesta el irlandés Nicolas Roche, algo descontento con una situación tiránica.

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