Cultura

El rostro humano como paisaje dramático

Tras cuatro años de publicar relatos con un éxito creciente, en 2003 el profesor de lengua y literatura francesa Philippe Claudel se convirtió en un escritor a la vez amado por el público y respetado por la crítica con su novela Las almas grises. En 2005 Yves Angelo la llevó al cine mientras Claudel superaba su éxito anterior con su nueva novela La hija del señor Linh, cuya adaptación cinematográfica se realiza actualmente. Tras el nuevo éxito literario de El informe Broddeck en 2007 Claudel decidió dirigir sus propias historias e, inspirándose en sus experiencias como profesor voluntario en una cárcel, escribió y realizó Hace mucho que te quiero, una pudorosa y conmovedora película de sobria puesta en imágenes que aborda uno de los temas cruciales de su narrativa: el bloqueo emocional, nacido del miedo y de la desconfianza, que condena a una soledad no deseada, a un desamor que podría remediarse con una palabra o un gesto y hasta a una amargura de consecuencias emocional o hasta vitalmente fatales.

Una especie de pedagogía de la comunicación afectiva se despliega a través de las difíciles relaciones entre dos mujeres que Claudel filma con un estilo realista y preciso que marca las diferencias entre el lenguaje cinematográfico y el novelístico. El novelista descubre con gozo, al convertirse en realizador, el impacto de la imagen realista poco o nada retocada, el peso del silencio (una de las armas más poderosas, y menos utilizadas, del cine) y sobre todo el duelo de unos rostros desnudos filmados en primer plano (ese paisaje que Dreyer o Bergman exploraron tan admirablemente) en los que se concentran todas las líneas de tensión dramática de la película. Las extraordinarias interpretaciones de Elsa Zylbernstein y Kristin Scott Thomas, dos hermanas que se reencuentran tras quince años al salir una de ellas de la cárcel, son por ello una baza fundamental en la construcción de esta hermosa historia de exploración de sentimientos, recuperación de memorias, redescubrimiento de afectos y apertura al otro.

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