Cultura

La restauración del Santuario de los Ángeles descubre pinturas del XVII

  • El templo, ubicado muy cerca de Jimena, está inmerso en un proceso de restauración · El equipo técnico destaca la aparición, bajo la cal, de una cruz de gran tamaño que preside la torre-espadaña

Las obras de restauración que la Consejería de Cultura y el Obispado de Cádiz han llevado a cabo en el santuario de la Reina de los Ángeles de Jimena han sacado a la luz unas pinturas inéditas del siglo XVII, en plena época barroca. Gracias a este descubrimiento, es la primera vez que los ciudadanos podrán ver una cruz de gran tamaño y de indudable valor histórico y artístico presidiendo la torre-espadaña.

Unas capas de cal ocultaban estos elementos decorativos en la torre espadaña. Una vez realizado el rascado selectivo básico de las capas de pintura existentes, se descubrieron varios dibujos esgrafiados con diversos motivos ornamentales de color negro, albero y almagre -color óxido-, así como algunos elementos cerámicos en la parte alta. Los autores del proyecto de restauración, los arquitectos José Ignacio Fernández-Pujol y José Herrera Bernal, explican que se trata de una riquísima composición decorativa mural y que todos estos elementos presentan un armonioso conjunto unitario tras los trabajos, realizados por la empresa Jale.

El proceso de restauración de estas pinturas comenzó con la eliminación de las capas de cal a punta de bisturí. Actualmente, tras la consolidación del pigmento y la reintegración cromática -entre otras técnicas de restauración-, ya se pueden ver los elementos decorativos en todo su esplendor. Entre ellas se encuentra una cruz central de gran tamaño que se aprecia desde lejos, una cenefa o greca en la base de la cruz y penachos laterales, el recercado del balcón y elementos policromados sobre la espadaña y cuerpo de campanas. Los restauradores han sido Fátima Domínguez, Agustín Pina y Miguel Ángel Mercado.

El santuario de la Reina de los Ángeles se encuentra a unos dos kilómetros del núcleo de población de Jimena. Fue originalmente un monasterio fundado en el siglo XV por la orden de los franciscanos. Sin embargo, el edificio actual tiene su origen dos siglos después. Entonces, los recoletos levantaron este santuario, sustituyendo así la modesta ermita original. El edificio está formado por un compás o lonja, un templo y un claustro, aparte de una serie de dependencias anexas. En el compás se ubica la torre, que ocupa la esquina de los pies del templo y es contigua al coro. El templo es de planta de salón e incluye una talla de la Virgen muy antigua, fechada en torno al siglo XV. También se aprecia la existencia de pinturas murales y decorativas en la Capilla Mayor y en la Capilla de Sagrario. El claustro está dividido en dos plantas y destaca, además, un pequeño recinto con arcos que pueden ser los restos de la primitiva ermita de gótico tardío o gótico mudéjar.

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