La recepción de los trabajos de rehabilitación y reconstrucción de las ruinas meriníes de Algeciras está a punto de producirse. La dirección de obra ya lo ha solicitado incluso en una ocasión, aunque el Ayuntamiento de la ciudad ha planteado la necesidad de corregir algunos aspectos, pequeñas intervenciones que se realizan en estos momentos. Es lo que falta para que se le pueda ir buscando fecha de inauguración al anhelado parque meriní, cuando ya han pasado doce años desde que se descubrieron los restos.

"La inauguración no puede estar muy lejos. Las obras están prácticamente acabadas. No creemos que duren mucho las intervenciones que se están ejecutando", indica Gabriel Orihuela, concejal de Patrimonio, Vías y Obras del Ayuntamiento algecireño.

La dirección de obra ya solicitó la recepción de la obra al Ayuntamiento, que, como es habitual en estos casos, procedió con los técnicos municipales a revisar las actuaciones emprendidas en el complejo defensivo. El informe resultante ha aconsejado algunos retoques, que suelen producirse "en cualquier entrega", precisa Orihuela, que deja claro que no se trata de grandes problemas.

Algunas de estas intervenciones son, por ejemplo, la correcta orientación de las luminarias al pie de las torres o al borde del foso o un refuerzo en las barandillas exteriores, que de hecho ya se ha realizado. "Son pequeñas cosas; el proyecto está tal cual", abunda el edil de Patrimonio.

El promotor de la obra es el Instituto de Empleo y Desarrollo Socioeconómico y Tecnológico (IEDT) de la Diputación de Cádiz y los trabajos los ha llevado a cabo Ferrovial. Cuando se presentó el proyecto se estableció un plazo de conclusión que fijaba el final más o menos en octubre de 2007.

La restauración ha sido imposible íntegramente con materiales originales a causa del expolio histórico sufrido por los sillares del lugar -las piedras que formaban la construcción-, que entre otros destinos sirvieron para levantar la iglesia de la Palma.

El espacio, de 6.345 metros cuadrados, mostrará 97 metros de murallas de oeste a este, es decir, bajando por Blas Infante hacia la avenida Virgen del Carmen. De forma transversal, de norte a sur, se podrán encontrar, por este orden, el foso; la barbacana o primera muralla; la liza, que será el tramo peatonal al igual que hace siglos fue la parte transitable; un antemuro de tapial; las cuatro torres de flanqueo; y las murallas. Sólo se ha hallado pavimento original en la puerta de Gibraltar, en la esquina noroeste del parque, donde se yergue la estatua de Almanzor.

Las cuatros torres se encontraban inclinadas. La teoría es que en la última devastación de las ruinas, con los últimos árabes y con presos cristianos, se socavaron sus bases y se apuntalaron con madera. Tras este proceso prendieron esa madera, que ardió y volcaron las torres. Una de las cuatro se ha dejado en su estado original para conocer y respetar su verdadera historia. En las otras tres se han recuperado sillares para levantarlas entre un metro y medio y dos de altura. Así se ofrece una visión real de cómo eran y cómo estaban.

El Centro de Interpretación de la Cultura Andalusí (CICA), que ayudará a comprender el parque arqueológico meriní y en general la Algeciras de la época, ya se encuentra terminado. Se abrirá coincidiendo con la apertura al público del yacimiento. El CICA está listo tanto en la adecuación del inmueble, en los bajos del edificio Blas Infante, como en su museización, un proyecto elaborado por la empresa Expociencia.