Cultura

"No me quitéis de ninguna de las corridas de América"

  • El torero herido de gravedad en Zaragoza despierta de la sedación y expresa a su apoderado, Antonio Matilla, el deseo de torear en la temporada americana

El matador de toros Juan José Padilla articuló ayer sus primeras palabras, veinticuatro horas después del grave percance sufrido en el coso de Zaragoza. El jerezano perderá, con toda probabilidad, la visión del ojo izquierdo, y sufre una parálisis de la parte izquierda de la cara.

El apoderado del diestro, Antonio Matilla, destacó a este diario que Padilla se encuentra muy animado y con ganas de recuperarse cuanto antes. "Subimos a ayer por la tarde a la UVI, lo desintubaron y pudo articular las primeras palabras. Nos ha dicho que no le quitáramos de ninguna corrida de América. Ha mejorado mucho y estamos muy contentos", apuntó.

Por su parte, Diego Robles, uno de los hombres de confianza de Padilla señaló que el torero incluso estuvo bromeando y que se encontraba muy animado y con la moral muy alta. "Está muy fuerte, incluso me ha apretado la mano y casi me la rompe. Se encuentra muy bien y creo que en un par de días ya lo bajarán a planta. Los médicos dicen que no tiene nada de fiebre y que todo sigue el curso deseado", concluyó.

Juan José Padilla también recibió la visita de sus padres y su mujer Lidia, quiénes viajaron toda la noche del viernes para estar junto al torero mientras era intervenido. El padre de Padilla matizó que su hijo es fuerte y que saldrá adelante de este fuerte percance. "Me ha reconocido, está dolorido y aturdido pero lo primero que ha preguntado es ¿qué tengo en el ojo? Naturalmente le hemos dicho que se lo han cerrado porque había que operarlo. Todavía no vamos a perder la esperanza de que pueda recuperar la vista".

Por su parte, Jaime Padilla, hermano de Juan José indicó que a su hermano ya le habían pegado bastante cornadas los toros y "ojalá que sea la última", aseguró.

Respecto al nervio facial, que fue seccionado, los médicos señalaron que necesitará de varias intervenciones a posteriori mientras la visión del ojo izquierdo, que era lo que más preocupaba, lo ven como algo "incierto, dudoso y nada positivo, puesto que el nervio óptico estuvo mucho tiempo elongado", matizó la doctora Simón.

Los médicos procedieron ayer por la tarde a bajarle la sedación visto cómo está respondiendo el organismo del torero, que permanece ingresado en compañía de familiares, cuadrilla, y amigos y compañeros que también se ha desplazado a Zaragoza par estar junto a él.

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