La Necrópolis de los Algarbes es uno de los complejos arqueológicos más importantes de la provincia, datado en el III milenio a. C., con medio centenar de estructuras funerarias y cuevas artificiales. Allá por 2004 la entonces delegada territorial de Cultura, Bibiana Aído, anunció que podría ser visitada. Más de diez años después este enclave único situado en la sierra de San Bartolomé, en la ensenada de Valdevaqueros entre Tarifa y Bolonia, ofrece una imagen perfecta de cara al público aunque sus puertas están cerradas, sólo permitiendo visitas concertadas a través de Baelo Claudia.

La situación no deja de ser compleja ya que se trata de un entorno arqueológico de gran valor en el que se ha realizado una inversión entre la Junta de Andalucía y el Ministerio de Cultura, a través del 1% impulsado por el Gobierno Nacional, de casi un millón de euros y sólo está a falta de que las administraciones locales y provinciales se sienten y acuerden su puesta en valor, que sería únicamente una apertura pública.

La primera inversión fue precisamente en 2004 por un importe de 40.460 euros por parte de la consejería de Medio Ambiente. Se explicaba que dicho enclave alberga la mayor necrópolis de cuevas artificiales conservada en la provincia, con un total de 14 tumbas conocidas. Además las sepulturas se construyeron mediante su excavación en la roca calcarenta, de consistencia blanda, por lo que permitía el fácil trabajo, pero a su vez resultaba muy sensible al deterioro.

Los trabajos que se realizaron giraron en torno a la plantación de seto vivo en el interior de la alambrada para frenar las arenas de Punta Paloma en un espacio de 1.200 metros de largo. Además se limpió el lugar de residuos y sedimentos erosivos en 21 sepulturas mediante supervisión arqueológica. Se talaron eucaliptos cercanos a las tumbas. A su vez se culminó la labor arreglando el antiguo sendero de zahorra que rodeaba estas cuevas -de longitud de 1.200 metros y una anchura de 2 metros-, permitiendo así el acceso público a las tumbas.

En 2011, de manos del Ministerio de Cultura, se invirtió 800.000 euros, y se añadió otra nueva partida para su seguimiento arqueológico.

Desde la delegación territorial de Cultura se informó a este diario que ahora mismo hay pendiente una reunión con el Ayuntamiento de Tarifa, que es el propietario del terreno, para desarrollar un convenio de uso y mantenimiento. Luego se tendió la mano para este encuentro.

Por su parte, el alcalde de Tarifa, Juan Andrés Gil, también se mostró abierto al diálogo al tratarse la necrópolis de un yacimiento de enorme valor y por la experiencia que avala a la localidad en la gestión del patrimonio. Si bien, puntualizó que no ha mostrado discrepancias para ponerse de acuerdo y ponerlo en marcha, pero apuntó que lleva un año solicitando a la delegada territorial de Cultura, Cristina Saucedo, un encuentro para hablar de éste y otros temas y "no se pasa por aquí", apuntó Gil. "En Tarifa tenemos unos intereses enormes a nivel cultural y patrimonial", insistió. Asimismo, el primer edil lamentó que no entiende que no se celebre el encuentro y valoró que espera que con este nuevo empuje mediático pueda darse la próxima semana. Estimó que espera que haya un encuentro en un tiempo prudencial sino el Ayuntamiento será el que tome partido al ser el dueño. "Lleva más de un año terminada y nada", lamentó el alcalde.

La Necrópolis de los Algarbes fue descubierta en 1963 por D. Nony, pero hasta 1967 no comenzó su excavación Carlos Posac Mon. Los trabajos duraron hasta 1972, documentándose importantes ajuares funerarios, que forman parte de los contenidos de los museos de Cádiz y el Arqueológico de Sevilla. En 1990 se efectuó una nueva intervención por parte de Esperanza Mata, que descubrió nuevas sepulturas. Hay dos tipos de tumbas, las que tienen forma de silo o pozo y las cupuliformes de acceso lateral.