Cultura

"El mejor premio que me ha concedido la vida ha sido darme una guitarra"

  • El algecireño se convertirá hoy en el primer español en ser distinguido doctor 'honoris causa' por el Berklee College de Boston, considerada la escuela de música moderna más importante del mundo

Poco amigo de ceremonias, entrevistas y actos multitudinarios, el guitarrista algecireño Paco de Lucía ha dejado la tranquilidad de la isla de Mallorca, en donde reside, para viajar a Boston y ser investido hoy doctor honoris causa por la prestigiosa Berklee College of Music, considerada la escuela de música moderna más importante del mundo.

"El mejor premio que me ha concedido la vida es darme una guitarra y un padre que me la pusiera en las manos, porque me ha ofrecido la capacidad de poder expresarme con el resto del mundo sin utilizar la palabra", destaca el guitarrista a escasas horas de ser distinguido por, según la elección, "una música y una visión artística que han influido a varias generaciones y han contribuido a difundir el flamenco entre un público internacional".

"Eso es lo más bonito que le puede pasar a una persona, poder llegar a cualquier chavalito del mundo", asegura este virtuoso de la guitarra y renovador del flamenco, que ha conseguido el Príncipe de Asturias de las Artes 2004, la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes (1992), la distinción honorífica de los Premios de la Música (2002) y un Grammy Latino al mejor álbum flamenco (2004). En 2007 ya fue investido en Algeciras doctor honoris causa por la Universidad de Cádiz.

Y ahora Paco de Lucía se convierte en el primer español en formar parte de una lista de honoris causa del Berklee College en la que figuran grandes como David Bowie, Sting, Aretha Franklin, Chick Corea, George Benson, Duke Ellington, B.B. King, Quincy Jones, Paul Simon o Steve Winwood.

Mucho le ha costado, a sus 63 años y después de más de cincuenta dedicado a la música, dejar la tranquilidad de su casa y su estudio en Mallorca.

"Nunca hubiera venido hasta aquí para mi orgullo personal, pero es que detrás de todo esto se abre una nueva puerta al flamenco. Que una Universidad como ésta reconozca así nuestra música es una maravilla, porque llevo muchos años luchando mucho para que cosas así ocurran", reconoce.

En 2004 rompía un silencio de cinco años con el disco Cositas buenas, en el que junto al también guitarrista Tomatito rendía un nuevo homenaje a Camarón recuperando su voz para uno de los cortes.

Ahora, según confiesa, está "cansado de ser Paco de Lucía, de viajar y de estar siempre en el escenario".

"Pero -dice- no me canso nunca de tocar", por eso prepara un nuevo álbum, en homenaje a la canción española de Marifé de Triana, a "la que en España no se le da el valor que se merece".

"El reto -adelanta- es que ahora los voy a cantar yo tocando. Es difícil porque la guitarra es un instrumento de una nota muy corta y la voz es larga, pero los arreglos también serán de cuerda, con laudes, mandolinas...".

Paco de Lucía comenzó en esto del toque a los siete años junto a su padre, Antonio Sánchez Pecino, y sus primeras grabaciones en solitario son de mediados de los 60. Pero fue Entre dos aguas la que marcaría un antes y un después en su carrera. Con ella llegó a todos los públicos, aficionados o no al flamenco.

Cuando Entre dos aguas está a punto de entrar en la madurez y cumplir 35 años, Paco de Lucía cree que "está rebosante de salud y se está convirtiendo en una especie de himno en todo el mundo".

Y eso, recuerda, "que fue un tema de relleno en un álbum, porque faltaba uno más por grabar y lo improvisé con un bajista y un percusionista. Ahora, qué si va bien, sólo hay que preguntarle a la sociedad de autores".

Precisamente ha sido la Sociedad General de Autores (SGAE), en la que tiene registradas más de 230 obras, y a petición del presidente de su consejo de dirección, Eduardo Bautista, la encargada de propiciar esta investidura.

Paco de Lucía ha tocado con Carlos Santana, Pedro Iturralde, Chick Corea, John McLaughlin, Al Di Meola o Larry Coryell, se ha atrevido a grabar el Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo, pero si con alguien se sintió verdaderamente a gusto fue con su amigo el desaparecido Camarón, con el que grabó Potro de rabia y miel.

"La verdadera herencia de Camarón -afirma- es que dejó una escuela importante de la que maman la gran mayoría de los cantaores que ahora tiene España, pero veo en los jóvenes que lo que les falta es personalidad y mirar hacia adentro, ser uno mismo. De todas formas el nivel es muy alto".

Hoy en Boston el algecireño no estará solo. Los legendarios creadores del sonido Filadelfia, Kenneth Gamble y Leon Huff; la cantante africana Angelique Kidjo y el pianista y compositor de jazz Kenny Barron también serán investidos doctor honoris causa junto al guitarrista, que no duda en decir que es un "inútil que sólo sabe hacer música y componer". "Tocar me da más pereza", concluye.

La ceremonia se desarrollará en el Agganis Arena de la Universidad de Boston, con capacidad para 7.000 personas. Su comienzo está previsto para las 16.00, hora española. En la pasada madrugada el flamenco de Paco de Lucía ya fue el protagonista de un multitudinario concierto en el que un grupo de alumnos del Berklee College of Music interpretó algunas composiciones del artista.

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