En la extensa producción literaria de Francisco Silvera (Huelva, 1969) tiene la música una consustancialidad, el escritor es músico amén de melómano confeso. Esta es la cuarta vez que Silvera nos introduce en su rico y ameno mundo interior tocado con tacto y sapiencia por la muy placentera Euterpe. Y ahora lo denuncia el título del opúsculo, vira hacia el punk, pero a una manera de entender el punk como pocas veces, por no decir alguna, lo ha hecho siquiera la crítica especializada. ¿Quién dijo que los Sex Pistols no supieran tocar?, se atreve a cuestionar Silvera en un libro que además de un auténtico placer para cualquier melómano, es un viaje interior. En tren.

Los Camaleones Silvera

El protagonista de la novela, que van pasando las páginas y uno se resiste a tomar el memorable texto de Silvera como pura ficción, viaja en un tren tras una celebración. El viaje, además de ser evocado con extremo realismo, italiano si lo prefieren, desplaza el cuerpo al compás de unos pensamientos que vienen a ser un tratado de filosofía que deberá ser meditado capítulo a capítulo, saboreando literatura y trasfondo existencial, que lo tiene, descarnado y en abundancia.

"Hay música no sólo en esta que es erudita relación, sino en la descripción de los instrumentos que conoce como lutier de cursos avanzados que también es el escritor y músico"

Debe confesar quien esto escribe que al margen de los más conocidos, Silvera le ha dado noticia de una buena cantidad de grupos, fundamentalmente de los benditos setenta y ochenta, además de reafirmarle en la excelencia de muchos otros de los cuales ya era fiel devoto. Hay música no sólo en esta que es erudita relación, sino en la descripción de los instrumentos que conoce como lutier de cursos avanzados que también es el escritor y músico. Pero no dejen de bucear en sus pensamientos, viajen en el mismo tren que les llevará a un reconocimiento de lo vivido desde un nihilismo trufado de existencia pura y dura, dichosa a veces, pero descarnada siempre.

La ficción la introduce Julián Hernández, el alma de los Siniestro Total, una de las referencias en el panorama musical español de provincias, un panorama que es mucho más extenso y rico lejos de Madrid, desde donde se pregonó una movida que no es sino la parte más insustancial de unos años tremendos en lo musical y lo experimental. De esto también tratan Los Camaleones, una novela al fin y al cabo, anunciada en el prólogo del músico gallego con un breve relato que incluso puede que tenga algo de real. Desde luego de ficción también. La novela, ya lo leerán, todo es ficción por mucho que cueste distinguirla de la realidad. También filosofía, como les decía, y música. Mucha música.

(*) Los Camaleones. Memoria punk, de Francisco Silvera. Introito de Julián Hernández (Siniestro Total). Fundación Huerta de San Antonio. Colección Juancaballos de bolsillo. Úbeda (Jaén), 2021 (176 pp.)