Cultura

La crisis acaba con el club de lectura de San Roque, el pionero de la comarca

  • El Ayuntamiento asegura que no puede asumir el servicio tras la no renovación de tres contratos del personal de la red

La crisis se ha llevado por delante el club de lectura de San Roque. El Ayuntamiento de la localidad informó ayer que el servicio de bibliotecas no dispone de personal para hacerse cargo de la coordinación de esta actividad. Los ajustes presupuestarios motivaron la no renovación de tres contratos de la red el pasado mes de septiembre y uno de los empleados que cesó en su puesto era el encargado de organizar el club.

Marina García, concejal de Bibliotecas, aseguró ayer que, a día de hoy, la relación volumen de trabajo-personal del sistema hace "imposible" que un empleado municipal coordine el servicio. Su cancelación echa el cierre al club de lectura pionero del Campo de Gibraltar, con más de tres años de trayectoria y de cuyo seno surgieron las iniciativas de ponerlos en práctica en Algeciras y La Línea, a través de los propios participantes en el de San Roque.

La edil sanroqueña quiso remarcar que el trabajador que organizaba el club no fue contratado de forma específica para esa función y que la no renovación de las relaciones laborales en cuestión fueron consecuencia de la decisión en junta de gobierno de no prorrogar en el Ayuntamiento los contratos vencidos.

"¿Por qué todas estas crisis se tratan de corregir con inmediatas supresiones de actividades culturales?, ¿Por qué no se pone algo más de imaginación en la gestión de los recursos escasos de manera que no se eliminen toda una serie de actividades culturales de un plumazo?", se preguntan los participantes del club de lectura de San Roque en una queja firmada por nueve de ellos. La actividad suele reunir a una veintena de asistentes, explican.

La concejala ha ofrecido a los usuarios la logística de la red y que sea alguno de ellos quien coordine la actividad. Eduardo García, uno de los participantes, ha respondido que no les parece ético sustituir la función que realizaba un asalariado. Entre tanto, los lectores se proponen organizarse por su cuenta.

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