Si alguien pretende resolver ese debate eterno de lo que debe ser el nuevo flamenco, podría haber encontrado una respuesta anoche en el parque María Cristina de Algeciras donde se dieron cita algunos de los nuevos exponentes del arte gitano andaluz que están llamados a dirigir los destinos del flamenco en el presente y el futuro, pero sin necesidad de alejarse de la pureza y la tradición. 

Con la excepción del veterano Manuel Parrilla, que aportó sobriedad y elegancia con su guitarra en el escenario, la presencia de Israel Fernández, Diego del Morao, Lela Soto y Rafael el Zambo configuraban un cartel muy joven, con una media de edad de apenas treinta años, para la segunda noche del Encuentro Internacional de Guitarra Paco de Lucía. Un plantel de artistas joven, sí, pero cargado de hondura, de herencia y de éxito, como demostraron los nuevos representantes de algunas de las sagas gitanas y flamencas más importantes de Jerez, además del cantaor toledano que, manteniendo la pureza del arte, está consiguiendo destacar en el panorama musical español, conquistando al publico en general incluso más allá de los amantes del flamenco. 

Lela Soto

Comenzó la noche Lela Soto, madrileña hija de Vicente Soto Sordera y, como tal, miembro de una de las familias más importantes del flamenco, acompañada de otro heredero directo del arte jerezano, Diego del Morao, hijo del recordado Moraíto. Ambos abrieron el escenario con una granaína, siguiendo con una soleá por bulerías que arrancó la primera salva general de aplausos en el público. 

Continuó la hija de Vicente Soto Sordera, demostrando su privilegiada voz, con unos tientos tangos que arrancó con algunos versos que ya cantaba su padre en Senderos, y continuando después con sonidos más festeros, metiendo en compás incluso fragmentos de copla como el inicio de Triniá de Concha Piquer. 

Rafael del Zambo

Tras un magnífico arranque, la noche continuó netamente jerezana en el parque María Cristina de Algeciras con Rafael, el hijo de Enrique el Zambo, acompañado de la guitarra de Manuel Parrilla, sobrino del gran Parrilla de Jerez, lo que unía de nuevo en el escenario a representantes de dos sagas familiares de enorme tradición. 

Tras comenzar con una solea por bulerías y seguir con cantes de hondura, donde ya demostró una enorme voz y capacidad para el cante, Rafael el Zambo medió su actuación con un par de fandangos, uno de ellos La vi por primera vez, que en 1972 grabaron Camarón y Paco de Lucía en su disco Canastera. Hecho ese homenaje a ambos genios del flamenco, incluyendo el que da nombre al festival, Rafael se incorporó para terminar por bulerías, cantando con comodidad y plenitud y demostrando su adn jerezano ante el delirio del público, incluyendo en sus letras hasta versos no flamencos, sino del compositor también jerezano Manuel Alejandro.  

Quedó alto el listón de la noche tras Rafael del Zambo en espera del que iba a ser el plato fuerte del segundo concierto de la octava edición del Encuentro Internacional de Guitarra Paco de Lucía, la actuación de Israel Fernández, acompañado de Diego del Morao. 

Israel Fernández y Diego del Morao

Al contrario que sus compañeros de escenario, Israel no procede de una saga de consagrados artistas jerezanos, sino de una familia gitana de orígenes andaluces asentada en la localidad toledana de Corral de Almaguer, pero desde muy pequeño empieza a despertar su amor por el flamenco y unas enormes cualidades innatas que le llevan a destacar desde muy joven, ganando con sólo once años su primer concurso en televisión (Tu Gran Día, TVE).

De aquel primer éxito hace veinte años, y ahora, cuando apenas acaba de superar la treintena, ya está considerado como uno de los de los intérpretes flamencos más importantes de la actualidad. Su arte, su personalidad y su carisma sobre el escenario, ha logrado convencer a los amantes del flamenco pero también le ha permitido conquistar nuevos públicos, lo que ha cimentado su éxito profesional.

Israel Fernández

Su disco Universo Pastora (2018) en el que un veinteañero como él entonces homenajeaba a Pastora Pavón La Niña de los Peines, versionando los cantes antiguos de la cantaora que encandió a Lorca y a Falla, le puso en el centro del panorama musical. 

Desde entonces, su alianza musical don Diego del Morao, representada en el disco Amor (2020), lo llevó a la consagración y a la nominación al mejor álbum flamenco en los Grammy Latinos; el premio de la industria (ODEON) al mejor álbum flamenco, así como estar entre los mejores discos nacionales de aquel año 

La que sin duda puede ser ahora mismo la mejor dupla del flamenco en la actualidad comenzó en Algeciras con el tradicional taranto del Puerto de Almería, siguiendo después con una soleá por bulerías y tientos donde  el joven cantaor toledano demostró sobradamente las cualidades que le han llevado hasta el éxito. Continuó después por bulerías, para lo que no podía encontrar mejor acompañante que la guitarra puramente jerezana del hijo de Moraíto, y terminó levantando a todo el público del parque algecireño. 

Quiso terminar Israel Fernández por fandangos dedicándoselos a Paco de Lucía y a Camarón de la Isla como remate a una actuación bien ejecutada y sobrada de facultades que encandiló a público algecireño. Tanto disfrutaron los congregados en el parque María Cristina que a pesar de encontrarse ya fuera del horario previsto, tanto Israel Fernández como Diego del Morao, acompañados de sus palmeros, se vieron obligados a salir una vez más a rematar la noche con las últimas bulerías y dejando al público con ganas de más arte en la noche algecireña.