Cultura

"Lo que me interesa es una literatura de la emoción y de la conciencia"

  • El autor de 'El corazón de la tierra', que inaugura en Taraguilla unos encuentros literarios, defiende la creación de "invasión" frente a las letras de evasión y a la ética y la estética como "hermanas siamesas"

El escritor onubense Juan Cobos Wilkins defendió ayer la literatura que contiene "emoción y conciencia" frente a los libros de caballeros templarios o increíbles confabulaciones vaticanas, páginas cuyo valor se limita a la caja registradora. El autor de El corazón de la tierra no denostó estas obras, pero ante ellas, él que vende, exigió algo más que ventas. Lo dijo con otras palabras, al inclinarse por las letras de "invasión", de las que se declaró practicante, frente a la literatura de "evasión".

Cobos Wilkins visitó el instituto Mar del Sur de Taraguilla, donde inauguró unos encuentros literarios que nacen con la vocación de no ser flor de un día. Allí, ante unas decenas de jóvenes estudiantes, habló mucho de El corazón de la tierra, algo de su última producción y en general de su oficio y de cómo lo entiende. Ante una audiencia de mirada limpia y preguntas claras se pudo saber que lo último que ha leído es En las nubes -de Ian McEwan, el autor de Expiación, la novela en la que se basa la película homónima que acaba de conseguir siete candidaturas a los Oscar- o que Antonio Cuadri, el cineasta que trasladó a la gran pantalla el año de los tiros que él escribió y describió, le acaba de consultar sobre un nuevo guión. Y entre todo, una de principios en forma de respuesta ingeniosa. Interrogado sobre si se siente más poeta o novelista, el de Río Tinto proclamó: "En Huelva están tan buenas las gambas como el jamón".

"Me recuerdo a mí mismo escribiendo siempre. No me he dedicado nunca a nada que no sea escribir", aseguró quien ha sido noticia esta semana porque su último libro, El mar invisible, acaba de colarse entre los finalistas de narrativa del Premio Andalucía de Crítica. "Me ha costado cuatro años de trabajo", aludió a una obra de "enorme intensidad y muchísima emoción". "Me ha tenido absorto y pegado a sus personajes. Lo que quiero ahora es desconectar".

Cobos Wilkins, que también ha terminado un poemario que espera ver publicado en primavera, entiende que un escritor "necesita escribir como necesita respirar". "Uno a veces se pregunta si tiene sentido lo que hace. En esos momentos recuerdo que hay presos que leen mi obra y la respuesta es que sí", se refirió el onubense a un episodio que él mismo detalló: los reclusos de la prisión de alta seguridad de Huelva le han puesto su nombre al club de lectura de la cárcel. "Esos son los premios más emocionantes y los que no figuran en mi curriculum", precisó.

Palabra de Cobos Wilkins: "Creí que El corazón de la tierra (su primera novela) no iba a tener más de 500 lectores (va por unos 70.000 ejemplares). Es dura. Comprendí que hay miles de lectores que esperan otro tipo de lecturas. Me interesan la ética y la estética como hermanas siamesas. Van de la mano y comparten recorrido sanguíneo. Me interesa una literatura de la emoción y de la conciencia. Que la verdad de la palabra también sea su belleza".

El onubense trajo a colación en más de una oportunidad una cita de su paisano Juan Ramón Jiménez, cuya Fundación, por cierto, dirigió. "Me interesa que las raíces vuelen y las alas enraícen".

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