Cultura

Con el entusiasmo del primer día

  • El espacio expositivo de Grazalema celebra su décimo aniversario con una exposición antológica mientras que el francés afincado en La Línea exhibe sus esculturas en Sevilla

Hace diez años, el universo artístico de la provincia asistió a un hecho importante y poco usual. La bella población serrana de Grazalema veía nacer una galería de arte. Varias circunstancias hacían que aquello se convirtiese en todo un acontecimiento. Por un lado, la aparición de una galería en un lugar tan alejado de los habituales circuitos no era cosa habitual y, si se me permite, hasta excesivamente ilógico por arriesgado, máxime cuando era un momento en el que muchos espacios comenzaban a echar los cierres y la crisis económica dejaba aparecer sus primeros zarpazos. Por otro, el complejo mundo de lo artístico no es demasiado proclive a aceptar lo nuevo, a los que empiezan y, además, los artistas, cautos en exceso, no dan el paso adelante si no ven las posibilidades claras y consolidadas. Por todo ello, poner en marcha un proyecto como el de una galería de arte en una población como Grazalema siempre conllevaba muchísimo riesgo. Pero el entusiasmo y la ilusión de Maru Redondo y Jack Neilson estaban por encima de cualquier dificultad y, en una bella casa de la calle Mateos Gago, se iniciaba una andadura con fuerza y decisión y se fueron sucediendo las muestras con artistas de importancia que han ido llenando de mucha intensidad expositiva los espacios de la galería y, por extensión, los de la propia villa, centro neurálgico de la Sierra de Cádiz.

Desde un primer momento, la profesión respondió con fuerza y apostó por el trabajo que los galeristas planteaban y que tantas perspectivas abrían a una producción artística que estaba necesitada de muy buenas propuestas. Aquel 2003 constituyó el punto de partida de una galería que ha sido la estación de destino de muchos buenos planteamientos artísticos. Autores que formaban parte de lo mejor de la creación han expuesto su obra en muestras que ya forman parte de ideario colectivo de un arte al que Maru y Jack han dado mucho sentido. Artistas de la importancia de Miguel Ángel Campano, Manolo Salinas, Quico Rivas, Robert Harvey, Ramón David Morales, David López Panea, Atín Aya, Gonzalo Torné, Victroia y Alonso Gil, Erika Saito, Lita Mora, Pepe Cano, Juan Ángel González de la Calle, Ming Yi Chou, Montse Caraballo, María Ortega Estepa, Jesús Marín Clavijo, Yeyo Argüez o los Vendaval, entre otros muchos, han ocupado las bellas estancias de la casa de Grazalema.

Para conmemorar estos diez años de trabajo ilusionado, la Neilson Gallery acoge una gran colectiva con los artistas que han formado parte de esa familia que es la galería. A los ya citados hay que mencionar los nombres de Paco Aguilar, Pablo Sycet, Roberto Mollá, Rocío Arregui, Marcos Bontempo, Joan Verdú, Felipe Ortega, Fernando Batista, Pepe Rubio, Manolo Caballero, Sandra Carvalho, Gary Kamarin, Luis Chacón, María José Gallardo, los Quejido, Fede Guzmán, Paco Gil, Ida Idae, Liviana Leone, Kike Marín, Carol Misch, Ruth Morán y Luis Quintero, artistas de muy variada naturaleza que, lo mismo que en un caravasar, ese espacio donde se resguardaban las caravanas del desierto, podrás encontrar lo que busques. Una exposición donde el espectador puede acceder a cualquier situación artística, así como a la estética más variada.

Diez años no es nada si se continúa con la pasión y el entusiasmo del primer día. En Grazalema, en la calle Mateos Gago, Maru Redondo y Jack Neilson lo demuestran con la mayor ilusión y apasionamiento.

Neilson Gallery GRAZALEMA

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