ENCUENTRO INTERNACIONAL DE GUITARRA PACO DE LUCÍA

La noche del compás y el terciopelo negro

  • Sabor a Paco en el parque María Cristina en una mágica noche flamenca con Remedios Amaya, La Tana y El Purili

Remedios Amaya, en el parque María Cristina de Algeciras.

Remedios Amaya, en el parque María Cristina de Algeciras. / Jorge del Águila

A menos de cien kilómetros del parque María Cristina se había inaugurado dos horas antes del comienzo del concierto el esperado Centro de Interpretación ‘Camarón de la Isla’, veintinueve años después del fallecimiento del cantaor. En San Fernando se cumplía, ahora sí, con una deuda pendiente de quien fue la voz de Paco de Lucía, mientras que éste fue sus manos en esas décadas en las que el flamenco vivió la mayor revolución de todos los tiempos, en tanto en cuanto comenzó a llegar a lugares insólitos hasta el momento.

En Algeciras se prevé que en cinco meses pueda abrir sus puertas el dedicado Paco, maestro de la guitarra universal, hecho que sin duda supondrá una reactivación económica y cultural para la ciudad. Así como lo está siendo este Encuentro Internacional de Guitarra Paco de Lucía que dio comienzo en la noche del 1 de julio y que siguió su curso con la gala flamenca en la que intervinieron Remedios Amaya, La Tana y el joven Alonso Núñez ‘El Purili’.

Un cartel que consiguió aunar la experiencia de una Remedios endiosada y el volcán desmedido de gitanería de La Tana con la inocente proyección de Alonsito, que se canta y se baila con un gusto insuperable.

La Tana. La Tana.

La Tana. / Jorge del Águila

Fue precisamente ella, Victoria Santiago Borja ‘La Tana’, la que dio rienda suelta a su fuego interior al inicio del festival. Ella, que formó parte de esa obra maestra titulada ‘Cositas buenas’ (Universal, 2004), respiró el mismo aire, comió en la misma mesa y compartió vuelo con quien es la referencia de una generación ya no sólo en la guitarra, sino en la manera de entender el flamenco, en conceptos y códigos. Así se mostró esta cantaora sevillana, rompedora y cargada de personalidad, empoderada en un escenario marcado por sus ritmos por tarantos y bulería por soleá. La acompañó 'El Perla’, guitarra cuyo pulgar se muestra comprometido con la tradición. 'La Tana' abordó con la soltura de las privilegiadas los tientos y tangos (con ese guiño a La Revuelo), acabando su fiesta por bulerías. A las palmas estuvieron, durante toda la noche, una terna muy jerezana compuesta por Markito Carpio, 'El Pirulo’ y Alfonso Carpio.

El segundo en acaparar la atención del público fue Alonsito, ese niño que surgió del aljibe de la pureza y que se hizo joven prodigio en fiestas y peñas. Ahora va camino de convertirse en una primera figura del cante construyendo su estética en el clasicismo y el desparpajo. Ya hemos hecho referencia en otras ocasiones que si hay algo que gusta de este linense, del Purili, es su dominio de la escena y la capacidad de pasearse haciendo de lo complejo algo sencillo y natural. Cuando se sienta en esa silla de enea y se coloca los cuellos de su camisa parece que volvemos a mitad de siglo XX. Si se levanta a cantarse y bailarse por bulerías, nos introducimos en una fiesta familiar de las que se hacían en Jerez, Utrera o Mairena. La sonanta la puso Domingo Rubichi, sabiendo acompañar como muy pocos en la actualidad. Sin aspavientos, sin apenas notarse su presencia, regala una falseta en el momento oportuno para que el cantaor se inspire y haga de las suyas. Por bulerías para escuchar encendió la mecha y por seguiriyas claudicamos. Se puso en pie por bulerías, al igual que el público al escucharlo. Fandangos para rematar una faena de verdadero cine. 

El Purili de La Línea. El Purili de La Línea.

El Purili de La Línea. / Jorge del Águila

Ya entrados casi en la medianoche, la musa camaronera nos volvió a endulzar el paladar con ese metal de caramelo. Remedios Amaya conserva todavía esa filosofía vivencial con la que abandera una época dorada en la vanguardia y renovación de las formas flamencas. Ella, que convivió con Paco infinidad de ocasiones, siempre tiene momentos para recordarlo en sus intervenciones por tangos y bulerías. De nuevo El Perla, con ritmo trepidante. Verla en un escenario ya es un acontecimiento por lo que es, por lo que representa y por lo que nos recuerda. Tangos y bulerías, seda y sueño, historia viva de la música. Terciopelo negro y gitanería. 

Antes de cerrar el metafórico telón, fin de fiesta para que la jovencita Alba Rodríguez Román regalara unos destellos de arte de esos que nacen con la sangre que se hereda.

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