Camino Laguillo. Galería El Fotómata. Hasta el 14 de junio.

Colectiva. Producida por la Obra Social de Cajasol y comisariada por Francisco del Río. Centro de las Artes de Sevilla. Hasta el 12 de junio.

Camino Laguillo nos presenta Inward, un proyecto fotográfico que muestra una serie de fotografías de personas anónimas pasando fugazmente en sus automóviles. Capturadas de noche, bajo un gran foco de luz, en algún lugar de una carretera, los infinitos disparos son posteriormente seleccionados por sus cualidades estéticas y su poder evocativo, consiguiendo unas imágenes que revelan retazos de una ciudad ensimismada. Además de su atmósfera inquietante y apacible a la vez que no deja de sorprender, es especialmente interesante encontrar en estas fotografías que la mayoría de las personas aparecen como ausentes. Este estar en otra parte, tan habitual cuando estamos al volante, hace que aparezcan fotografiados al mismo tiempo un lugar físico, el coche en movimiento, pero a su vez un lugar imaginado, el de los pensamientos, sólo accesible por las personas que aparecen retratadas. Esta combinación, de lo etéreo y lo real, atrapada por la cámara de la artista, nos hace pensar a ideas muy actuales como serían la materialidad e inmaterialidad o la relatividad del tiempo y el espacio; temas sobre los que se reflexiona hoy debido a las anomalías generadas por nuestro modo de vida en las metrópolis, siempre acelerado y extremadamente mediado.

Destacan también ciertas cualidades pictóricas de las fotografías, que con un claroscuro caravallesco dibuja en ocasiones formas lánguidas y delicadas. Por otro lado, la temática y las actitudes de los personajes conectan a su vez con las pinturas de Edward Hopper, el cual estuvo fuertemente influenciado por la técnica fotográfica. Estos elementos acentúan cierta atemporalidad en las imágenes y una difícil identificación con un lugar concreto; factor que hace que sintamos una conexión con las imágenes rápida pero difusa, ya que actúan más sobre nuestro imaginario visual que sobre los recuerdos de nuestra realidad diaria.

En Procesos del paisaje, exposición colectiva comisariada por Francisco del Río, se plantea una investigación y reflexión en torno a la relación entre arte, naturaleza y territorio en Andalucía. Entre los trabajos fotográficos seleccionados nos encontramos con los lugares encantados de Carlos Aires, los cuales esconden una ácida ironía; la mirada nostálgica de Héctor Bermejo, que nos descubre esas arquitecturas dormidas reutilizadas para usos con los que ya no pueden identificarse; las ruinas de José Guerrero, quien retoma este tema clásico del género paisajístico para intentar captar en lo concreto reflejos de un idea que se desvanece; los procedimientos científicos de Juan del Junco para analizar en complicidad con el arte una naturaleza inaprensible.

El proyecto de Jose Luis Tirado Paisaje del retroprogreso [Dossier de Bahía de Algeciras], situado en la primera sala de la exposición, ofrece un estudio sobre el territorio a través del ensayo documental en el que nos habla del desgaste de un paisaje transformado irreversiblemente por las ansias de crecimiento ilimitado del capitalismo. El trabajo se presenta en una instalación múltiple en la que podemos ver entrevistas con expertos en materias como la ecología, la economía o el urbanismo, podemos consultar una amplia documentación impresa y disfrutar de una instalación audiovisual que al mismo tiempo que hace visible un problema social, económico y político, no deja de hipnotizarnos con su belleza. Su planteamiento se centra en lo local con una perspectiva global bien informada, pero es quizá su invitación a que dejemos de ser meros espectadores de lo que sucede con nosotros y con nuestro entorno, de hacernos partícipes, una de las mejores cualidades de este tipo de trabajos que hacen uso de procedimientos artísticos para colaborar a que se produzcan necesarios cambios sociales.