Cultura

El bosque primigenio

Doce años después de Las hijas de Sara, la narradora, traductora y poeta Pilar Adón ha vuelto a la novela con una obra de absoluta madurez en la que explora varios de sus temas recurrentes: la naturaleza, la libertad, el mal, la vida salvaje o las relaciones humanas, abordados de un modo complejo -no sentimental, sino genuinamente romántico, en el sentido más poderoso de un adjetivo devaluado para la sensibilidad contemporánea- que rehúye los tonos idílicos y las estampas amables. Lírica, alusiva, hondamente perturbadora, la escritura de Adón incita a la reflexión sin ser discursiva, gusta de la recreación de atmósferas -opresivas, asfixiantes- e insinúa, gracias a su admirable dominio de la elipsis, mucho más de lo que muestra.

La comunidad vagamente libertaria de Las efímeras, llamada La Ruche (La Colmena) como el modelo histórico en el que se inspira, es el escenario en el que se desenvuelven los personajes, pocos, no más de cinco, que comparecen en la novela, aunque su presente marcado por la huella de los ascendientes o predecesores introduce además a estos y al ideario original -"Ningún tipo de dominio ni ninguna pretensión de autoridad"- que sustenta el grupo, sólo en apariencia fiel a los principios inspiradores. En la práctica, sus miembros se muestran disgregados, sujetos a contradicciones o desvaríos y sometidos -pasiva o activamente, pues los seres dominantes son esclavos de otra manera- a distintas formas de control o violencia.

Como dice uno de ellos, citando a Schopenhauer, "el instinto social de los hombres no se basa en el amor a la sociedad sino en el miedo a la soledad", que actúa incluso entre quienes eligen vivir aislados y al margen de las convenciones, a la vez fuertes y desvalidos. En esta tensión entre el deseo de independencia, entendido a la manera extrema de la utopía autogestionaria, y la necesidad de protección o de afecto, que puede llegar a ser mórbida, se cifra la carga dramática de una historia que conmueve e impresiona, también, por la omnipresencia del entorno natural. El bosque primigenio -sagrado, terrible- proyecta un influjo abrumador, casi maléfico e interactúa con los personajes como una realidad mayor que los trasciende.

las efímeras

Pilar Adón. Galaxia Gutenberg. Barcelona, 2015. 240 páginas. 18,90 euros.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios