Cultura

"La baraka es esencial para ser escritor"

  • El autor publica con Apache 'El mordisco de Tyson', una serie de relatos con el afán por la experimentación como nexo

El escritor Enrique Montiel de Arnáiz.

El escritor Enrique Montiel de Arnáiz. / Lourdes de Vicente

El mordisco de Tyson, el mordisco de Mike Tyson en el combate contra Evander Holyfield, es una secuencia que recuerda todo aquel que la haya visto. Y es, también, el título del último libro de relatos de Enrique Montiel de Arnáiz. Al igual que ocurría en las historias recogidas en Bulerías nazis, el relato que titula este libro se encarga igualmente de abrirlo y parte, también, de un hecho conocido por muchos. “Evidentemente, he visto ese combate un montón de veces y me he leído toda la documentación que había sobre él, las crónicas periodísticas, que son muy literarias –comenta el autor–. De hecho, el relato es la crónica de un periodista”.

¿Qué pasó sobre la lona? “Entre ellos había una larga enemistad previa. Lo que hace Tyson es responder, dentro de su limitación, a otra agresión: un par de años antes, Holyfield le había ganado un combate a base de cabezazos sin que el árbitro mediara. El combate del mordisco fue el primero en el que se descalificaba a un púgil en la final de los pesos pesados en cuarenta o cincuenta años”.

Dentro de la línea de vuelta de tuerca que siguen de las historias de este volumen, el relato inicial presenta una versión diferente del combate. Además, el texto que cierra el libro lo hace en círculo: recurre también a ese mismo incidente pero desde la perspectiva del mismo Tyson, “donde hace una reflexión sobre qué resortes convierten a alguien en un monstruo”.

El mordisco de Tyson (Apache), se publica meses después de A la velocidad de la noche, y su tono esta muy en la línea de esta primera novela. Los relatos se escribieron entre 2015 y 2018 y tienen en común “la experimentación” y el afán de provocación:no pueden evitar dar el pellizco. Montiel de Arnáiz recrea en ellos, por ejemplo, la polémica batalla contra el ejército napoleónico en el Puente Zuazo, “con la intervención de un misterioso personaje que termina inclinando la balanza”; o qué puede llegar a esconder un misterioso abogado que nunca pierde un caso; o propuestas que fuerzan la realidad actual, entre lo distópico y la fantasía: “Uno de mis favoritos se centra en la telerrealidad, y está protagonizado por una periodista que se dedica a hacer programas con una máquina del tiempo –cuenta–. Los productores utilizan esta capacidad para viajar a sitios donde se van a producir matanzas, masacres o atentados, y gana el que liquida a más gente: total, qué más da. La premiere es los coloca en Nueva York una hora antes de que los aviones choquen contra las Torres Gemelas”.

Entre los relatos más significativos de esta tanda se encuentra La reina sol, que Montiel de Arnáiz escribió hace “un par de años” y que está dedicado al también escritor Rafa Marín, y “elaborado de una forma muy arriesgada, algo gamberra”, a lo abogado del diablo: “Se centra en una mujer que quiere hacer el bien y anula una cita con una chica porque ha escuchado que van a atentar contra el entonces presidente Barack Obama, así que va a intentar que no suceda. Pero, por circunstancias, termina siendo ella la que dispara al presidente delante, además, de Michelle, lo que la convierte en el enemigo público número uno”.

Enrique Montiel de Arnáiz ejerce de abogado y escribe, dice, “cuando le dejan”, tirando mucho de vacaciones. Ahora mismo, está terminando una novela corta y hay otra larga a retomar a medio plazo, sin fecha. “Con este método, es decir, sin método, es más fácil trabajar tres o cuatro meses en un relato y después, se acabó –comenta el autor–. La novela tiene el inconveniente de que tienes que mantener el mismo tono en la narración todo el tiempo, saber cómo hablaba un personaje u otro... Si lo dejas aparcado mucho tiempo, después te cuesta muchísimo retomarlo sin que se resienta”.

Nota, eso sí, el músculo de estos cinco años tras la publicación de Bulerías nazis, que fue su estreno: “Los de El mordisco de Tyson, sea por ambiente o por evolución, son más líricos”.

¿Qué le ha sorprendido, viniendo de la abogacía, dentro del mundillo literario? “Pues en el mundo en que me muevo, si alguien se hace enemigos es por cuestión de dinero: te roban un cliente, se llevan 3000 euros... Los odios se mueven por ahí. Pero, en el mundo de la creación, los pecados y faltas no se miden por el dinero, sino por el ego”, comenta Montiel de Arnáiz.

“Creo que lo fundamental es saber que, en gran medida, todo depende de la suerte, del don de la baraka –prosigue–. Hay autores estupendos que quizá no han tenido la suerte que merecieran, y todo se reduce a eso. Y son también fundamentales, claro, la constancia y el deseo de mejora. Y también creo que no hay que perder esa pulsión originaria de lo que te hace disfrutar al leer y al escribir”.

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