Informe ASPHA

La profesión de arqueólogo se estabiliza tras el declive de la crisis

  • Un informe de ASPHA (Asociación Profesional del Patrimonio Histórico-Arqueológico de Cádiz) sobre el estado de la profesión apunta que en el sector público sigue decayendo la profesión

Una de las últimas excavaciones realizadas en Cádiz de una vivienda almohade que fue tapada.

Una de las últimas excavaciones realizadas en Cádiz de una vivienda almohade que fue tapada. / Julio González

El número de arqueólogos en la provincia gaditana se mantiene más o menos estable respecto al último informe lanzado en 2016 por la ASPHA (Asociación Profesional del Patrimonio Histórico-Arqueológico de Cádiz).

Concretamente, en 2018 se contabilizaron 116 arqueólogos, frente a los 119 de 2016. Una fecha en la que, a su vez, se alertaba del descenso en 42 profesionales entre el año 2012 y 2016. Así, según se desprende de este documento elaborado por la asociación gaditana “tras el fuerte descenso de arqueólogos en este periodo, y aunque hay una leve disminución, se manifiesta cierta estabilidad, de 119 a 116”, debido a la “incorporación del titulado joven”, explican.

No obstante, añade el informe, continúa el descenso de los arqueólogos en el sector público y “la preocupante falta de personal en las administraciones”, precisamente en una disciplina, como es la protección del patrimonio arqueológico, que cotiza al alza en todas las administraciones públicas, pero en las que sin embargo no incorporan estas necesarias figuras.

Una situación que se antoja aún más alarmante en un momento en que se está produciendo una reactivación en el sector de la construcción.

Así lo confirma Esperanza Mata, presidenta de la ASPHA, quien afirma que “el patrimonio sirve para dar titulares, pero es necesario planificar, tener voluntad política, y muchas veces el problema es que los políticos son muy desconocedores del patrimonio, que en la provincia gaditana está muy abandonado”.La arqueóloga denuncia así que muchas administraciones, incluida la delegación provincial de Cultura, no los ha incorporado “pese a la tremenda falta de personal”, y que en el caso de la delegación “es cuestión de gestión, pues se convocaron unas oposiciones y se creó una bolsa de trabajo”.

Una situación que pretenden trasladar a la nueva delegada provincial de Cultura, Mercedes Colombo, a la que han pedido una reunión. Se lamenta en esta línea de los pocos ayuntamientos de la provincia, salvo algunos como el de Cádiz, que los mantienen.

Pero aparte del trabajo en las administraciones públicas, el estudio también descubre que “la situación del autónomo sigue siendo muy precaria e inestable, lejos aún de recuperar su estabilidad laboral”, aunque destaca el “mantenimiento del número de sociedades”.

De hecho, aplaude la diversificación del campo de trabajo y del mercado, de modo que los arqueólogos van más allá de la excavación preventiva, pasando a la gestión de centros, visitas guiadas a monumentos y elementos del patrimonio, realización de exposiciones, etc., aparte de la propia dinamización del mercado “hasta el punto de que se están recuperando el número de proyectos que se están ejecutando tanto de obra nueva, como de rehabilitaciones, etc”.

Una dinamización en la que, sin lugar a dudas, el papel de arqueólogo es fundamental tanto en el campo de la investigación, como la intervención y la difusión del patrimonio histórico. “Se ha vuelto incuestionable y se traduce en una actividad profesional con un peso específico en el escenario laboral y económico de la provincia de Cádiz”.

A favor también sopla la inminente incorporación de nuevos arqueólogos “dada la reciente incorporación del grado de arqueología y del máster, de modo que a partir de este año y el que viene iremos viendo cómo se van sumando a la profesión”, puntualiza.

Por otra parte, añade que también se está produciendo una fuga de talentos hacia otros países en esta materia “en busca de estabilidad”.

En cuanto a su demanda histórica de firmar más de un proyecto a la vez, reconoce que aunque teóricamente sigue igual, “a raíz de un escrito y una consulta de la Consejería de Cultura al gabinete jurídico, no es posible firmar dos proyectos a la vez en el tiempo, pero sí que se pueden ir autorizando, con lo que se agiliza un poco el proceso”.

Un análisis de la profesión que desde la ASPHA vienen realizando desde el año 2013, cuando presentaron la primera estadística global de arqueólogos de la provincia, una segunda en 2016 y que ahora actualizan con respecto a los datos de 2018. Y que, por cierto, es el único de estas características que se afronta a nivel nacional.

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