El cortometraje Pompas de jabón, del algecireño Fali Álvarez, consiguió ayer el premio a la mejor producción de vídeo de experimentación de la sección Videocreazión del Festival de Cine Español de Málaga. El espacio, para trabajos de corta duración grabados en digital, es un reducto de creatividad y el galardón se presume como un importante apoyo para la incipiente carrera del joven director.

Álvarez se encontraba ayer loco de contento, sorprendido y agradecido. "No quepo en mí", señaló poco después de una rueda de prensa con el resto de premiados, unos pocos elegidos entre las más de 500 propuestas que se presentaron, de las que se realizó una criba de doce finalistas.

"Es el premio más importante que he logrado. Sí creo que para el currículum será muy bueno", contó el algecireño entre estrellas del celuloide nacional. Álvarez ha convivido en los últimos días con ellas, entrevistándolas, porque se ha encargado de rodar el making off de una serie que se ha grabado de forma paralela al certamen, A quemarropa.

El director, un habitual del corto, propone con Pompas de jabón una película bastante experimental y lírica, con una factura premeditamente amateur. "Es un ensayo sobre la vida", resume el autor, que realiza un montaje rompedor, de afán innovador y resuelto con viñetas hiladas por la voz de un narrador. Se trata de un trabajo que no ha costado ni mil euros, que no llega a los cinco minutos de duración y que el algecireño rodó apenas sin salir de su habitación, con un fondo de cromo.

El joven algecireño, junto a HipólitoVidal Abarca, rodó a finales de 2007 otro cortometraje, Detrás del último no hay nadie, que se estrenará en Cádiz de manera inminente. "Yo estaba haciendo Pompas -cuenta Álvarez- cuando fructificó la opción de rodar Detrás del último no hay nadie gracias a una subvención de la Diputación de Cádiz. Cuando terminé retomé el proyecto, pero quise seguirlo como lo dejé y no introducir los equipos de los que entonces ya sí disponía". Por ello Pompas de jabón mantuvo su filosofía puramente amateur y de discreta producción.

La obra de Álvarez se proyectó en Málaga durante el pasado fin de semana.