Cultura

"Hay que abrir el mercado para que surja una nueva clase"

  • El organizador francés, tras ganarla en concurso, dirigirá la plaza de Mont de Marsan, que ha estado en manos de la empresa Chopera durante medio siglo

Tras su aventura como torero en los años sesenta, Simón Casas se abrió hueco como empresario taurino en España en los ochenta. Después de casi tres décadas como gestor de la plaza de Nimes ha dado el salto al otro lado del mapa francés, consiguiendo el bastión de Mont de Marsan, cuyo coso ha dirigido la empresa Chopera durante medio siglo. Casas, imparable, tiene en jaque a la Comunidad de Madrid por un presunto chuperazo. Como apoderado, representa a Aparicio, Conde, Tejela (junto a Patón) y Alejandro Esplá y ha dado el salto al mundo ganadero. En sus declaraciones apuesta por una renovación profunda en los estamentos de la Fiesta.

-¿Qué supone para usted dirigir la plaza de Mont de Marsan?

-Es una satisfacción importante. Llevo 30 años en Nimes con éxito, pero tenía ilusión en dirigir otra plaza en la otra zona francesa, como es el caso de Mont de Marsan. Además, ha sido concedida tras ganar un concurso y después de que la dirigiera durante 50 años la casa Chopera. Para mi, al haber nacido en Francia, es una plaza emblemática.

-Nimes, Mont de Marsan. Se ha convertido en el capitán general del empresariado taurino en Francia...

-En Nimes organizo dos ferias, en mayo y septiembre, y en Mont de Marsan será una, en julio. En el trabajo busco la calidad y carteles de máxima categoría.

-¿Qué diferencias hay en la gestión entre las plazas francesas y españolas?

-Cada plaza tiene su identidad, pero no hay diferencia a la hora de crear espectáculos de calidad y de tener cierta creatividad para confeccionar carteles.

-¿Qué significado tiene para usted que hayan prescindido en Mont de Marsan de la empresa Chopera tras 50 años?

-Yo llevo a cabo un proceso de independencia en el sentido creativo. Cuando quise ser torero en los sesenta o cuando lo intenté en los ochenta como empresario me decían en Francia que eso era imposible. Ahora hay dos figuras y varios empresarios.

-En este sentido, hay quien interpreta que Francia ha llegado a la mayoría edad.

-Yo creo que hace tiempo que eso sucedió. Pero la concesión de Mont de Marsan es algo muy sintomático e histórico.

-¿Cuáles son las condiciones de gestión y su planteamiento para esta plaza?

-La concesión es por tres años y uno más de prórroga y es una prestación de servicios. El ayuntamiento define un presupuesto y nuestra empresa participa sobre el volumen del negocio. Es distinto a la gestión en otras plazas como que llevo, como Nimes, Alicante o Málaga -con otros socios- en las que invierto mi propio dinero a pérdidas y ganancias. En la empresa estoy asociado con María Sara porque creo que la implicación de la mujer es un síntoma de modernidad necesaria, como ya está sucediendo en política, economía, etcétera. El mundo de los toros está encerrado en un machismo anacrónico.

-¿Cómo se encuentra su contencioso con la Comunidad de Madrid por Las Ventas?

-En el Supremo he ganado la nulidad de la última concesión a los Lozano y espero la sentencia del concurso en el que concedieron la plaza a Fidel San Roman y Chopera. El último está recurrido por la vía penal y administrativa y la justicia está reconociendo mi legitimidad. El 15 de julio de 2009 la Comunidad tendrá que porrogar a los actuales gestores o tener en cuenta la coyuntura jurídica, en la que ya hay cuatro imputados, incluido el presidente del centro de asuntos taurinos, Pedro Ballesteros. A mi me gustaría dirigir Las Ventas porque, como siempre he dicho, es la presidencia del poder taurino y desde ahí se pueden cambiar muchas cosas.

-Su pliego para Las Ventas era muy innovador en aspectos no estrictamente de cartelería.

-Es que hay que reformar muchas cosas en la Fiesta, como en el campo de la comunicación, cultural -donde contaba y contaré con grandes artistas, como Boadella, Barceló y Vargas Llosa-, en el aspecto de gestión, en el fiscal y en la producción.

-¿Qué visión tiene sobre el empresariado taurino?

-La apertura a la competencia siempre es buena. Hay que abrir el mercado para que surja una nueva clase empresarial. El mundo del toro está atrancado. El empresario tiene que buscar la satisfacción del público y la protección de la Fiesta y no especular.

-Otra de sus facetas es la de apoderado ¿Por qué representará nuevamente a Julio Aparicio?

-Lo llevé hace 10 años y, además de la relación humana, es que es un torero artista, con una personalidad específica. Siempre he apostado por este tipo de toreros, que son necesarios.

-También ha saltado al mundo de la ganadería.

-Estoy asociado con María Sara en una ganadería que se llamará Los Galos. Tenemos la finca al lado de Arles y el encaste es Domecq, puro Zalduendo.

-¿No sería conveniente delimitar competencias entre empresario, apoderado y ganadero?

-En ganadería no afecta. Pero quizás sí sucede cuando se es empresario y apoderado a la vez. Sería buena la distinción para no crear confusiones; aunque antes habría que reformar otras cosas, como la transparencia en los concursos o el aspecto fiscal.

-¿De qué modo influirá la crisis en 2009 en la Fiesta?

-Se irá a menos corridas. El problema es que el mercado taurino está inadaptado y los políticos no se han preocupado de ello, pidiendo cánones muy elevados, sin tener en cuenta la coyuntura económica. Por ejemplo, en Alicante me piden que organice 10 corridas y este año lo conveniente, por la crisis, serían 8. Yo lo voy a plantear al ayuntamiento.

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