Cultura

Sorrentino indaga en una serie en las "contradicciones" de un papa

  • Jude Law protagoniza 'The Young Pope', cuyos primeros dos capítulos pudieron verse ayer en el Festival de Venecia

Paolo Sorrentino se mostró ayer en Venecia convencido de que no habrá reacciones negativas por parte de la Iglesia católica a su serie The Young Pope. Y si las hay, agregó, "es un problema del Vaticano, no es un problema mío".

"Si tienen la paciencia de verla hasta el fondo verán que no trata de ser una provocación, no es intolerante, no tiene prejuicios. Indaga con honestidad y curiosidad las contradicciones y dificultades de todo lo fascinante que hay en el clero y en un sacerdote que es un poco diferente a otros, que es el papa", agregó.

Protagonizada por Jude Law y con un amplio reparto internacional que incluye a Diane Keaton, Javier Cámara, Silvio Orlando, Cécile de France, Ludivine Sagnier o James Cromwell, la serie consta de diez capítulos de los que dos se adelantaron ayer en el Festival de Venecia.

En los episodios proyectados se ve a un papa joven, italoamericano, manipulador, que fuma, que bebe refrescos de cola con cereza, que aparece desnudo, que tiene pesadillas en las que insta a mantener relaciones sexuales más allá del puro objetivo de procreación y que se enfrenta con casi la totalidad de los miembros del Vaticano.

Diez horas de metraje que le han permitido a Sorrentino profundizar más en los personajes, pero que el director ha tratado igual que si fuera una película, aunque mucho más larga de lo habitual. Con un divertido e irreverente Jude Law, encantado de la oportunidad de trabajar con el director italiano pero también de "interpretar un personaje tan rico, y contradictorio como pocos".

Un personaje en el que empezó a meterse con intensidad cuando Sorrentino le dijo que se trataba de interpretar a alguien cuyo papel público es el de papa pero que en realidad "es un hombre que, por casualidad, es el papa".

Un papa, eso sí, con muchas capas, como resaltó el actor británico: "Lenny Belardo está interpretando al papa. Y yo interpreto a Lenny. Todo ello con un precioso lenguaje visual. (...) Fue simplemente una alegría".

"Yo ya estaba emocionalmente embarcado en el proyecto solo porque estaba Paolo, pero me emocioné al leer el guion", recordó Law, para quien lo más interesante fue entender "las curiosas estrategias que Lenny desarrolla para que la gente le obedezca".

Pese a ello, está convencido de que su personaje es "un hombre honesto". "Admiro -agregó- la forma en la que puede ser absolutamente contradictorio".

Junto a Law destaca un espectacular Silvio Orlando en el papel del cardenal Voiello, irónico y cínico en la pantalla y en la rueda de prensa. "Debo recordar a la media docena de profesores de idiomas que exterminé", dijo en referencia a sus dificultades con el inglés.

Diane Keaton interpreta a sor María, una monja un tanto especial que crió a Lenny, James Cromwell es el cardenal Spencer, traicionado por el papa para conseguir ser nombrado, y el español Javier Cámara es monseñor Gutiérrez, un personaje que toma fuerza en los capítulos finales de la serie.

Cámara, que se abrazó con Cromwell al comienzo de la rueda de prensa, compartió escenas principalmente con Law, que mostró una excelente relación con el español, encantado de la "maravillosa experiencia" de haber trabajado con un equipo como el de la serie y, especialmente, con Sorrentino por su especial visión cinematográfica.

Un estilo muy particular, que mezcla lo real con lo irreal, que siempre ha caracterizado el trabajo del realizador italiano y que ha mantenido intacto en su salto a la televisión.

Dirigir una serie televisiva ya no es algo peyorativo, dijo Sorrentino, que reconoció que ha podido trabajar "con toda la libertad y todo el presupuesto" que ha necesitado para plasmar su visión de la vida papal.

"El papa que mostramos en la serie es diametralmente opuesto al existente, pero existe la posibilidad de que tras un liberal llegue uno diferente porque no creo que la Iglesia siga el camino hacia la libertad. En el futuro nuestro papa puede ser verosímil", explicó el realizador de La gran belleza.

Un proyecto que ha sido "muy difícil, emocionante y que ha requerido mucho esfuerzo", en palabras de Sorrentino. Y que ha necesitado de una producción múltiple por parte de HBO, Sky, Canal+ y Mediapro. Se estrenará a finales de octubre.

Por otra parte, el realizador holandés Martin Koolhoven sorprendió y horrorizó en el Festival de Venecia con Brimstone, un western con tintes sadomasoquistas protagonizado por Dakota Fanning, una joven madre, y Guy Pearce como un diabólico predicador.

Una historia ambientada en el siglo XIX y que cuenta la historia del Reverendo (Pearce), un inmigrante holandés que justifica todos sus terribles actos por la voluntad de Dios, y de Liz, una joven muda a la que interpreta Emilia Jones de adolescente.

"Está muy centrada en la religión y en el control que tiene de la gente, especialmente de las mujeres", explicó Koolhoven, que precisó que la época de la conquista del Oeste americano todo el mundo lo considera como "un tiempo de libertad y anarquía", algo que era pero solo "para la mitad de la población, los hombres".

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