El escritor Octavio Sánchez-Machuca ha novelado el último asedio a Gibraltar en su nuevo libro, El alma en la batalla (Algaida). El autor, un profundo conocedor del contencioso, muestra en su obra la importancia de la colonia en las relaciones entre España y Gran Bretaña en el siglo XVIII.

El alma en la batalla es el segundo volumen de la trilogía de las aventuras de Beltrán Ochoa, oficial de Dragones, donde se narra como éste, participando en el último asedio de Gibraltar, tiene que trasladarse a Madrid para desenmascarar o intentar contrarrestar la acción de los servicios de inteligencia británicos en la capital. Esto se desarrolla en plena guerra de España con Gran Bretaña, siendo ambas potencias rivales. En el intento por ser la primera potencia mundial, ambos países utilizaban todas las armas que estaban en sus manos para llevar a cabo ese objetivo, entre ellas el uso de espías para conseguir sus fines.

Sánchez-Machuca, nacido en Sao Paulo (Brasil) aunque linense de adopción, confiesa que el interés por el siglo XVIII español le viene de la época académica, cuando su tesis doctoral giró sobre la política española en Gibraltar, que se inicia en el periodo de Carlos III. Las investigaciones llevadas a cabo para su tesis le ofrecieron la oportunidad de escribir una novela e investigar sobre la España de la época y sobre todo cuál era la realidad de las relaciones de Gran Bretaña y España y cuál era el papel que jugaba Gibraltar en ese momento.

El autor define las relaciones entre Gran Bretaña y España durante el siglo XVIII como la de dos países "adversarios", las dos grandes potencias mundiales luchando por la supremacía. Asimismo, indicó que el caso concreto de Gibraltar es algo peculiar, pues en aquella época era "un terreno insignificante". De hecho cuando Gran Bretaña desembarca en 1704 se encuentran con "una guarnición muy pobre", porque era algo que España no se imaginaba que pudiese ser objeto de conquista.

"Para Gran Bretaña tampoco tenía mucho sentido", apuntó, pues "el valor estratégico no era tan importante como el que tendría un siglo después, ya que España dominaba las dos orillas y el control del Estrecho era absoluto".

En el plano novelístico Sánchez-Machuca percibió que había "muy poco escrito sobre la época de Carlos III en cuanto a novela histórica y era un campo por descubrir", lo que le llevó a lanzarse a ello sin ningún tipo de perspectiva, porque antes de que Algaida se decidiera por la obra la novela estuvo circulando año y medio por las editoriales.

El escritor afirma que existe poca literatura sobre la época de Carlos III y explica que "el fenómeno de la novela histórica en España es muy reciente y la mayoría de los títulos abordan temas referidos a la Edad Media". Además, considera que "la historia de España es muy amplia y rica y ofrece la posibilidad de escribir sobre cualquier aventura, y en especial el siglo XVIII, cuya importancia social y política es considerable".

Y es que Sánchez-Machuca resalta la importancia de España en ese siglo XVIII, comparándola con "los Estados Unidos en estos momentos" y afirma que "no sabe por qué se da el desconocimiento de esta época y la falta de profundización". Además añade que "el ciudadano español joven no tiene ni idea que España hace 300 años era la primera potencia mundial".

Ante la posibilidad de llevar al cine las aventuras del capitán de los Dragones, como sucediera con Alatriste de Pérez Reverte, el escritor confiesa que le parece buena idea, aunque lo considera "poner el listón muy alto" y destaca que "el personaje y la época presentan rasgos muy cinematográficos, pues ofrece posibilidades muy visuales".

Octavio Sánchez-Machuca ha compaginado la docencia universitaria desde finales de los 90 con la investigación sobre la España del siglo XVIII, en especial el reinado de Carlos III.