Cultura

Robert Redford y Jane Fonda reinan en Venecia

  • Reciben el León de Oro honorífico y presentan fueran de concurso la cinta 'Nosotros en la noche'

Robert Redford y Jane Fonda, ayer en el Festival de Venecia.

Robert Redford y Jane Fonda, ayer en el Festival de Venecia. / claudio onorati/efe

El amor en la vejez mejora, al menos en opinión de Robert Redford y Jane Fonda, que presentaron ayer en la Mostra veneciana su reencuentro en el cine, Nosotros en la noche, coronados este año con el León de Oro honorífico.

Dirigida para Netflix por el indio Ritesh Batra, esta cinta era uno de las más esperadas de la 74 edición del festival veneciano al juntar en la gran pantalla estas dos estrellas medio siglo después de su mítica Descalzos por el parque (1967).

"¿Qué te parecería si durmiéramos juntos? La noche es lo peor". Esta es la pregunta con la que da inicio Nosotros en la noche, en la que dos vecinos, Louis (Redford) y Addie (Fonda), ambos viudos y hasta la fecha casi desconocidos, comienzan una historia en común.

De lo que se trata es de unir fuerzas ante la soledad y las vicisitudes de la vida, pero lo que empieza como una propuesta inocente por parte de ella, termina convirtiéndose en un proceso de conocimiento mutuo, de confesiones y de amor en la tercera edad.

Su proyección, fuera de concurso, prácticamente completó el aforo de la Sala Grande de la Mostra, reservada para las grandes ocasiones, pero la expectación aumentó en la rueda de prensa conjunta.

Hablaron de sus recuerdos de juventud, pero sobre todo del tema de la película: el amor en la vejez, de la perenne esperanza de encontrar compañía en el ocaso de la vida, una etapa que no tiene por qué ser un inconveniente, tal y como defendió vehementemente la actriz.

Por su parte Ai Weiwei, que lleva años centrado en el problema de la inmigración, presentó ayer en competición el documental Human Flow, con el que quiere demostrar que "la solución existe" pero que no debe buscarse en términos geopolíticos sino con la implicación de todos.

"Todo debe empezar por nosotros", afirmó el artista chino, que hizo hincapié en que es "una tragedia humana que todos podemos ver" y cuya respuesta conocemos, por lo que si fracasamos, es responsabilidad de toda la humanidad.

"Si hablamos solo de geopolítica, de legislación local, de políticas locales o de problemas técnicos, perdemos la perspectiva (...). Debemos comprender que la solución no solo afecta a los refugiados sino a todos nosotros. Si afrontamos las cosas así, podemos hacerle frente", señaló.

Para Ai, el arte puede y debe ser una plataforma de denuncia de los problemas de la sociedad. A ello ha dedicado su vida, lo que le ha provocado graves problemas con el Gobierno chino por sus críticas, lo que incluso le llevó a la cárcel durante 80 días en 2011, detención que las autoridades justificaron por problemas fiscales.

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