Cultura

Rivera Ordóñez celebra su corrida mil con un gran triunfo en Estepona

  • El torero madrileño corta cinco orejas y un rabo en la 'encerrona' con toros de Carlos Núñez, Daniel Ruiz y Zalduendo

GANADERÍA: Toros de Carlos Núñez, (1º y 4º) Daniel Ruiz (2º y 5º) y Zalduendo, (3º y 6º) bien presentados, de juego variado . MATADORES: Francisco Rivera Ordóñez, oreja, dos orejas, ovación, ovación, ovación y dos orejas y rabo. INCIDENCIAS. Plaza de toros de Estepona. Más de media entrada. Corrida a benéficio de la Asociación Española de Fibrosis Quística. El festejo fue retransmitido por Telecinco.

Tarde de emociones, sentimientos, recuerdos, de miradas profundas y de muchos detalles toreros. Rivera Ordóñez no olvidará la celebración de su corrida número mil que tuvo lugar ayer en la plaza de toros de Estepona. Lo de las cinco orejas y el rabo, quizá sea lo de menos. Lo que hay que destacar es que Rivera estuvo a la altura de matar una corrida en solitario. Pasó la prueba con nota. Y apenas se le notó el gran esfuerzo físico de hacer el paseíllo con una lesión en el hombro y una fuerte contractura en la espalda. Pero lo hizo porque merecía la pena: mil corridas no se cumplen todos los días y en este torero de dinastía la fecha era especial.

Rivera se rompió en el sexto de la tarde. Puso banderillas en todo lo alto, parando al toro en el último par. Mucho mérito porque las fuerzas no eran las mismas. El toro de Zalduendo fue noble, tuvo calidad y duró lo justo, para que el diestro cuajara una buena faena por ambos pitones, sobresaliendo varios redondos rematados con el de pecho. Todo con mucho temple y despacio. Esa fue la faena de la entrega, del por fin lo he conseguido y todo bajo la banda sonora de los músicos de Los Barrios y los cantes de Diego Carrasco y Fernando de la Morena, y al temple y no al toque de Moraito Chico.

Pero antes del colofón, Rivera paseó la oreja de su primero, un animal de Carlos Núñez al que le realizó una faena medida y llena de detalles. Como lo fue la de su segundo, un animal de Daniel Ruiz al que desorejó después de un trasteo por ambos pitones, donde destacaron varios naturales de buen trazo, acompañando la embestida hasta el final.

En el tercero, que brindó a su hermano Cayetano, Rivera realizó una buena faena pero la emborronó con la espada. El cuarto de Carlos Núñez y el quinto de Daniel Ruiz desarrollaron complicaciones y Rivera lo intentó con ellos.

Y la tarde se cerró con la salida a hombros de un torero que toreó ayer para él, para su gente y seguro que para su padre Paquirri y su abuelo Antonio Ordóñez.

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