Cultura

Renacimiento recupera el testimonio de superación de Helen Keller

La historia de mi vida, el libro en el que Hellen Keller reflejó las experiencias que la convirtieron en un mito de superación personal al ser la primera mujer ciega, sorda y muda que llegó a la Universidad, vuelve a publicarse más de un siglo después en la versión de Carmen de Burgos Colombine y bajo el sello de la editorial Renacimiento.

Alentada por Alexander Graham Bell, inventor del teléfono, a quien dedicó La historia de mi vida, Keller no sólo aprendió a hablar, a leer y a escribir, también a máquina, sino que estudió, aprendió alemán y francés, latín y griego, publicó varios libros y, ya en su madurez, se dedicó a dar conferencias y a renovar los métodos de aprendizaje para ciegos y sordos.

Todo eso después de que a los 19 meses de edad una enfermedad la dejara ciega y sorda y de que sólo se valiera del tacto durante los siete primeros años de su vida, hasta que entró en contacto con la que sería su maestra, Anne Sullivan, también casi ciega a causa de una enfermedad relacionada con la pobreza en que pasó su infancia.

Nacida en 1880 en el pueblo norteamericano de Tuscumbia, Keller emprendió su aprendizaje después de que su madre leyera en un libro de Dickens la historia de una chica que, también en Norteamérica, había podido ser instruida a pesar de ser sorda y ciega.

Su familia consultó con Graham Bell porque tanto la madre como la esposa del inventor eran sordas, y su padre, su abuelo y su hermano trabajaron en el campo de la dicción y el habla, por lo que Keller recordaría aquel contacto como el momento en que pasó "de la oscuridad a la luz, de la ignorancia a la ciencia, del aislamiento al amor y la amistad".

No obstante, como "el día más notable" de su vida señala el de su encuentro con su maestra Anne Sullivan, quien comenzó su labor tomándole la mano y trazándole en ella las letras que componían las palabras, empezando por las de "muñeca".

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