Ni un minuto tardó Raphael en salir al escenario. El espectáculo empezó cuando marcaba el reloj las siete de la tarde con un lleno absoluto. El Palacio de Congresos y Exposiciones de La Línea vivió en la tarde de ayer una de sus grandes citas musicales. Lo mejor de vida era la propuesta que el todoterreno de la música, natural de Linares, desplegó entrando con fuerza en los corazones de los asistentes entonando "hoy para mí es un día especial" de uno de sus temas más melódicos y bailables Mi gran noche.

La puntualidad de Raphael provocó que muchos de los rezagados asistentes al concierto tuvieran que aguardar en las escaleras en los primeros minutos, antes de buscar su asiento correspondiente ya que el show ya había comenzado. No sólo había linense entre las butacas del Palacio de Congresos, vecinos de todo el Campo de Gibraltar así como de los alrededores no dudaron en adquirir una entrada para no perderse este concierto único en la ciudad. Ya venía de triunfar en Cádiz la noche anterior.

Tuvo guiños para la ciudad, reconoció que le gusta mucho La Línea haciendo alusión a varios viajes que realizó cuando joven a esta localidad. Entre aplausos se fue sucediendo el concierto, que no defraudó para los amantes de este mítico artista.

Vestido de traje de chaqueta, bajo un riguroso negro y corbata de pequeños lunares blancos, con sus gestos habituales que marcan diferencia y rodeado de un grupo de músicos espectacular recorrió su último trabajo, interpretando todos esos temas cargados de emoción compuestos por su autor predilecto, Manuel Alejandro.

Raphael ha grabado innumerables canciones en su extensa discografía. Su voz y particular manera de interpretar han sido sus principales armas. La creatividad de los dos maestros ha dado lugar a canciones como Qué sabe nadie,En carne viva o Yo soy aquel.