Cultura

El Puerto no encuentra un torero y deja desierto su certamen

  • Carlos Ruiz de Chiclana, Cayetano Ortiz de la escuela del Campo de Gibraltar y Antonio Espaliú de Espartinas, no superan el mínimo de puntos para ganar

Ni uno. El severo jurado del certamen "El Puerto busca un torero" en su edición 2008 en la Plaza real, ha fallado que ninguno de los tres finalistas es merecedor del premio, una novillada con caballos el año próximo en la Plaza Real. Suspenso general.

Una pena. No participó Fran Gómez, alumno gaditano de la escuela de Jerez y primer clasificado porque tenía un compromiso previo en la mañana de ayer en Dax, donde por cierto cortó una oreja, y ocupó su plaza el siguiente en la lista, Antonio Jesús Espalíú.

Ni por esas: ante la novillada de Gavira, desigual de presencia y mansurrona, ninguno de los tres finalistas alcanzó la nota de 25 puntos, precisa para ganar: Cayetano Ortiz sumó 22,8; el sevillano Espaliú se quedó en 20,5 puntos y el chiclanero Carlos Ruiz, 18,5 puntos, cajonazo para los tres.

Carlos Ruiz, de grana y oro, mató muy mal a sus novillos, aunque cuajó actuaciones firmes y con arrojo. A su primero lo mató de pinchazo, corta atravesada, media y pinchazo hondo (Silencio tras aviso) y a su segundo de ocho pinchazos, media estocada, estocada y dos descabellos (Silencio tras dos avisos).

Cayetano Ortiz, el mejor de la tarde, le cortó la oreja a su primero tras despenarlo de una estocada y saludó tras matar a su segundo de dos pinchazos y estocada.

Antonio Jesús Espaliú, que tuvo una actuación desangelada en su primero, al que mató de un pinchazo y una contraria, saludando tras un aviso. Mató al sexto de una estocada y cortó una oreja.

Fue un espectáculo sin dinamismo, que se hizo muy largo, con gente abandonando la plaza aburrida en el cuarto novillos. De siempre las novilladas sin caballos en El Puerto han sido fuertecitas y bien presentadas, nada de becerros gachos y tan desiguales como se han visto. La presentación, en un certamen de esta categoría y en una plaza con este relieve hay que cuidarla. Aquí se han visto novilladas sin caballos de muchos otros hierros con mejor presencia. Por eso al Puerto no podía venir cualquier novillerete, sino gente preparada, que en el torero el perifollo es buen adorno, pero se requiere técnica y oficio para ejecutar las suertes conforme a las reglas del arte, y además resolviendo complicaciones.

Parece que el jurado ha puesto interés en que este certamen no pierda su brillo, poniendo el listón alto. El premio lo merece porque aquí no se entregan capotes o muletas, aquí te ponen en una novillada con caballos en un cartel de abono y eso requiere algo más que querer ser torero.

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