La obra de Juan Villalta Rivas "es un compendio de realidad y fantasía que debe ser conservado y dado a conocer como un bien cultural del Campo de Gibraltar". La frase no deja lugar a la duda de cómo valora el colectivo fotográfico Ufca de Algeciras a quien considera como uno de los maestros de los fotógrafos de la comarca. Por tal elevado concepto la entidad ha querido homenajear al veterano artista, nacido en Tarifa en 1928. Ayer se inauguró en la fotogalería de la organización una muestra con una selección de los trabajos más destacados de Villalta, que se podrá ver hasta el 12 de febrero.

¿Un maestro? "Eso es una tontería", contaba ayer el maestro. Villalta se desplazó desde su Tarifa de siempre a Algeciras a la apertura de la exposición y a la presentación de un libro que acaba de editar la granadina Traspiés en el que se celebra su obra. Tanto la muestra como la publicación se llaman Memorias, acumuladas durante 50 años de actividad fotográfica. Esa Tarifa es la que ha inmortalizado, para siempre, la cámara del artista. Su trabajo es un retrato fiel, elegante y clásico de los 60 y 70 y tiene el poder de contar mil historias en cada imagen.

Es un retorno al pasado que causa nostalgia. "Concentrándose en el individuo Villalta ha conseguido preservar la memoria de una comunidad como la tarifeña, un pequeño conglomerado urbano que bien podría representar cualquier otro pueblo en cualquier otro lugar. A través de su fotografía podemos vislumbrar la vida del pueblo y sus gentes, los muchos cambios vividos. El pescador, el labrador, el artesano, los niños, jóvenes y ancianos, los habitantes y los visitantes; todos son importantes para sus memorias en blanco y negro", resalta la Ufca.

"Son 50 años por lo menos dedicado a la fotografía. Tengo unos reportajes antiguos, interesantes, nada del otro mundo, pero a la gente, por lo visto, le gusta ahora lo antiguo", relata Villalta con gracia y humildad.

"La fotografía es mi vida", afirma con rotundidad el veterano artista. "Desde chico me ha gustado, sin saber por qué y sin tener quién enseñarme, porque aquí en Tarifa yo no podía aprender. He hecho mis pinitos y resulta que ahora, a los 50 años, se le está dando valor a mis fotos". "Aunque bueno -reivindica-, tengo 200 premios por toda España: Bilbao, Madrid, Barcelona...".

Se trata de una fabulosa historia que arrancó de manera autodidacta. "La persona que me indicó un poco fue Pepe Gázquez, de Algeciras, el padre, que hoy los hijos se han dedicado también a la fotografía. Siempre se aprende, día por día y más ahora con todas las cosas modernas, de las cuales yo no entiendo nada, nada, nada. Yo solamente sé el revelador, el fijador y el agua y a secarla... Más que nada la fotografía está, como me dijo Pepe Gázquez, en la cabeza, no en la máquina. Yo, lo que me ha gustado, lo he hecho. Y por lo visto eso tiene ahora un valor que antes no se le daba", cuenta el tarifeño.