El ex alcalde de Algeciras Juan Antonio Palacios presentó ayer en sociedad y con enorme éxito de convocatoria su primer libro, Entre la hiel y el almíbar, editado por Absalon y prologado por Luis Alberto del Castillo, cronista oficial de la ciudad. Se trata de una colección de "reflexiones y observaciones" con las que el autor vierte sus opiniones sobre distintos aspectos de la realidad. En algunos casos la obra recoge notas ya publicadas en distintos medios de la comarca, entre ellos Europa Sur.

"Sin dar por cerrado ningún camino ni establecido ningún dogma y con la sana y provocadora intención de generar duda y controversia, he afrontado este juego de roles y este rompecabezas de palabras", destaca Palacios en la introducción de un trabajo dividido en cinco partes y cuarenta capítulos.

El ex regidor socialista, arropado ayer en el edificio Kursaal por un buen número de correligionarios y amigos, se definió ayer como "un hombre de suerte" al que le gusta provocar. Sobre el proceso de atacar su ópera prima describió escribir un libro "como una doble aventura, desde lo personal y desde el ámbito de lo público".

En Entre la hiel y el almíbar Palacios se propone que el lector se haga plantearse "que la historia colectiva y la de cada uno funciona con movimientos pendulares, que somos lo que somos con unas grandes dosis de relativismo, a pesar de nuestros compromisos y convicciones".

En su prólogo Luis Alberto del Castillo resalta que "hay que poseer una voluntad decidida y valiente para poner por escrito críticos y verdades como puños, que a más de uno o una sonrojarán, fastidiarán o molestarán bastante".

"Me sentiré aliviado -escribe Palacios- si le quitamos la careta a esos predicadores de la cerrazón y el aislamiento, que practican con frecuencia lo contrario de lo que predican y resultan ser los cazadores cazados, aquellos que lanzan sus lenguas de fuego hacia el adversario y se encuentran con la desagradable sorpresa de sus posaderas achicharradas por las brasas que ellos mismos encendieron".

El autor saca un bisturí afilado para diseccionar la realidad. "Qué trabajo cuesta, cuánto esfuerzo aparentemente inútil y estéril para hacer ver a los mercaderes de la cosa pública que la ideología es absolutamente necesaria para llevar a cabo cualquier proyecto, frente a la frivolidad y la superficialidad de los que creen que todo es subastable, como las frutas y hortalizas en el zoco del mercado o el pescado en la lonja, a disposición del mejor postor", pone negro sobre blanco quien afirmó que "la condición de alcalde no se pierde nunca". "La cultura se arregla con cultura", parafraseó Palacios a Felipe González. "Y a los creadores les corresponde la palabra", añadió.