Tentadero El torero de La Puebla mata un toro a puerta cerrada en la finca de Núñez del Cuvillo

Morante, preparado para su reaparición en México

  • En plenas navidades, el diestro sevillano ultima su puesta a punto para el 6 de enero en la Monumental, donde actuará mano a mano con Rodolfo Rodríguez 'El Pana'

El rico turrón bien puede ser una dulce embestida de un toro. El mazapán, una media verónica que se levanta en una tarde invernal en el Rincón del Sur, donde la Navidad se ha cumplido envuelta en el capote de seda de Morante, donde poco antes de enfilar la Nochevieja el torero de La Puebla del Río hace crujir trincherillas que avisan de su próximo paseíllo en La México. Aquí, en el campo, el pandero evoca en estos días algo parecido al sonido de clarines y timbales que Morante escuchará precisamente el Día de Reyes en la Monumental, como un regalo esperado, pero enigmático, como un regalo deseado, pero inquietante. Allí, en La México, dentro de nueve días reaparecerá el torero de Sevilla.

En el Grullo, en la finca de Núñez del Cuvillo, Morante afina su toreo. La lluvia matinal ha empapado la arena de la placita de tientas. Sale el toro. Pese a que el animal no puede entregarse totalmente, inseguro ante el embarrado piso de plaza, comienza la sinfonía de lances y pases. Una verónica a pies juntos que suena a campana anunciadora de su inminente vuelta. Un natural de largo recorrido como la temporada con la que sueña el torero. Una sinfonía enmarcada en el silencio del campo y una estocada hasta la bola. Un tentadero de lujo. Morante ha desgranado su toreo barroco y profundo. El torero siente cerca la reaparición. El cartel se ha confirmado. Mano a mano con el mexicano Rodolfo Rodríguez El Pana, con ganado de Manolo Martínez (procedencia Garfias).

Morante de la Puebla, en su preparación a conciencia, no quiere dejar nada al albur. De hecho, ha sumado en el último mes y medio una quincena de tentaderos, en los que ha estoqueado una docena de toros. De aquí a su reaparición continuará afinando su toreo con otra decena de toros a puerta cerrada.

Morante ha incrementado su ilusión para su retorno con un toro de Núñez del Cuvillo, el mismo hierro de aquel astado al que le cortó las dos orejas en la pasada Feria de Abril y al que recibió -primera vez que lo hacía en su carrera-, a portagayola. Con ese brío renovado camina Morante hacia su retorno. Con esa calidad de siempre afina su toreo el torero de Sevilla.

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