Libros antiguos y de ocasión, las últimas novedades como Un mundo sin fin, de Ken Follet o El juego del Ángel, de Carlos Ruiz Zafón, pueden adquirirse en la XXIII Feria del Libro que se inauguró ayer en la Plaza Alta. Los amantes de la literatura tienen una cita ineludible con obras clásicas, modernas, esotéricas, de arquitectura, arte, a buen precio. Se trata de 74 metros de exposición y 36 stands en los que está presente como cada año librerías como El Libro Técnico o Raimundo de Cádiz, ambas convertidas ya en un clásico.

Los estudiantes también pueden adquirir libros de preparación de selectividad, los jóvenes cómics a precios más que asequibles y los más pequeños cuentos infantiles nacionales e internacionales. La feria, que estará instalada hasta el 11 de mayo, está pensada desde la Fundación Municipal de Cultura (FMC), para los más pequeños. Para ellos se ha elaborado un gran número de actividades, como teatros de títeres. La primera representación estaba prevista para hoy a las 12:00 horas, sin embargo, la alta probabilidad de lluvia ha hecho que esta actividad se desplace al sábado 26, a la misma hora.

La concejal de Cultura, Inmaculada Nieto, que visitó la feria acompañada por otros ediles de la Corporación, mostró su satisfacción porque esta actividad fomenta la cultura en la ciudad. Además, apuntó que este año "hay auténticas maravillas en la feria". Añadió que las librerías instaladas son de gran referencia. "No tenemos aquí un gran tejido librero pero estamos satisfechos, además hay que romper una lanza por El Libro Técnico que está desde la primera edición", afirmó.

La concejal señaló que sería muy interesante tener un catálogo completo de libros de la zona, "pero este año no ha podido ser porque nos quedábamos sin espacio para la literatura infantil y las librerías de fuera".

Durante las casi tres semanas que dura la feria se sucederán las actividades culturales. Para el próximo día 23, Día Internacional del Libro, se pintará un gran mural en la Plaza Alta, dirigido por la artista Blanca Orozco que contará con ayuda de numerosos niños. Además, se presentará un libro de Rafael Viso y de Démelas Sánchez Benítez. Un concierto de música barroca, el 7 de mayo, pondrán fin a los actos.