Blindar las casi 20.000 piezas que componen el legado de Federico García Lorca y asegurar su integridad (la imposibilidad de fragmenración y dispersión) declarándolas Bien de Interés Cultural (BIC), como ocurrió el miércoles a iniciativa del Gobierno central, es "una buena noticia". Pero se ha hecho "a espaldas" de la fundación del poeta y dramaturgo, denunció ayer la presidenta de la misma y sobrina del autor, Laura García Loca. Y eso, dijo, supone "un desprecio intolerable" que insinúa desconfianza en su custodia. "Jamás hemos querido vender nada", clamó su sobrina.

El legado, custodiado en la Residencia de Estudiantes desde 1982, fue declarado BIC el pasado miércoles por la Comunidad de Madrid a iniciativa del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, confiriéndole el máximo nivel de protección, lo que supone que es invendible dentro y fuera de España. "Nadie ha dado ningún paso para vender ninguna parte ni el archivo entero", reiteró la sobrina, dolida porque "la forma de hacer esa declaración implica que el archivo no está seguro donde está".

La presidenta de la Fundación admitió que ésta atraviesa una situación "muy complicada financieramente" y de "enorme vulnerabilidad jurídica". Según algunas fuentes, tiene pendientes de pago o justificación 12 millones de euros. "Confío en que se solucione y se imponga la sensatez. Hay que sentarse, examinar las cuentas... La Junta de Andalucía está dando su apoyo", afirmó.