Cai Guo-Qiang (Quanzou, China 1957) es el primer artista vivo que concibe obra inédita para el Prado, un proyecto titulado El espíritu de la pintura que se expondrá en el edificio de Jerónimos a partir del 25 de octubre. Además, el creador chino es el protagonista de un documental dirigido por Isabel Coixet que, coproducido por el Prado y la empresa de la cineasta, Miss Wasabi Films, concluirá su rodaje durante el período de residencia de Guo-Qiang en el Salón de Reinos previo al inicio de la muestra.

Coixet, galardonada con seis Premios Goya y miembro de la Academia de Hollywood, está rodando en 4K en diferentes localizaciones cercanas a Nueva York y Madrid este "viaje sensorial" al proceso creativo de Guo-Qiang, que en su muestra planteará un diálogo con los maestros del Prado a través del tiempo. La exposición, comisariada por Alejandro Vergara y patrocinada por Acciona, tiene muy presentes las nociones de espiritualidad y la superación de los límites entre Oriente y Occidente, y toma la figura del Greco como icono de esos intercambios culturales.

El propio artista chino visitó en 2009 las obras del Greco en el Prado y quedó literalmente desbordado "con las pinturas de los grandes maestros a los que admiré mientras crecía, entre ellos Velázquez", según reveló ayer el gabinete de prensa de la pinacoteca. La rica colección del museo impresionó al pintor, que cinco años después regresó al Prado para ver la exposición El Greco y la pintura moderna en conmemoración del 400 aniversario de la muerte del cretense. En sus propias palabras: "Me conmoví profundamente ese día: el arte del pasado no está simplemente confinado a los libros de texto. Todavía puede establecer nuevas relaciones con artistas contemporáneos y convertirse en un motor principal para impulsar la creación de la cultura hoy en día. Así que llevar a cabo una exposición en el Prado para entablar diálogos con estos maestros se convirtió en mi sueño".

Para Isabel Coixet, su proyecto audiovisual pretende introducir al espectador en el proceso creativo de Cai Guo-Qiang y convertirlo en testigo privilegiado del mismo. Una versión de 20 minutos del documental formará parte de la exposición y se proyectará en la sala D del edificio de Jerónimos. "Admiro a Cai desde hace muchísimo tiempo", declara la cineasta. "La espectacularidad y belleza de sus obras deja boquiabierto a medio mundo, a mí incluida, pero su talento no termina en usar una técnica propia y estrechamente conectada con su pasado cultural. Va mucho más allá. Es como si la inundación que hace en el cielo de colores, fuego y resto de pólvora le conectara con algo elevado, místico y claramente único".

La directora reconoce su ilusión por acompañar a Cai en la investigación de los maestros en el Prado y plasmar la experimentación y los riesgos que asume en su creación. "Me encanta tener la oportunidad de poder retratar este proceso, de colarme en la intimidad y los momentos de inspiración de un artista que admiro, y de poder espiar sentados en una mesa charlando a Cai Guo-Qiang con Velázquez, Rubens, el Greco o Goya".