Cultura

Gibraltar despide por todo lo alto un festival para el recuerdo

  • De Orfila a Stereophonics, miles de personas disfrutan del último día en el Victoria Stadium Los Secretos homenajean a Albert Hammond, Bryan Ferry despierta la nostalgia y Europe saca el lado más roquero de la Roca

Gibraltar despidió ayer un fin de semana jalonado por miles de canciones en el que se ha confirmado como uno de los grandes festivales europeos del verano. 

 

La segunda jornada de la quinta edición del Gibraltar Music Festival se reanudó con Orfila, con la resca de la memorable actución de Rosario la noche anterior, y terminó con Stereophonics. Miles de personas se dieron cita en el Victoria Stadium para asistir a un evento que reunió a más de cuarenta actuaciones en cinco escenarios: Main Stage (escenario principal), Gibtelecom, Seaside (junto al mar), Acoustic (acústico) y Comedy (monólogos). 

 

El escenario Circus, con espectáculos y atracciones para los más pequeños, completó la oferta. Artistas británicos, norteamericanos, gibraltareños y españoles protagonizaron una jornada que dejó a los asistentes con ganas de repetir. Una ubicación privilegiada, con el Peñón como telón de fondo, una selección musical heterogénea, instalaciones destinadas a los niños y una variedad de servicios adicionales son algunas de las características que hacen del festival un evento único.

 

Los escoceses The Fratellis y  Heather Small rindiendo tributo a Whitney Houston fueron de lo  mejor de la tarde y el aperitivo perfecto para el vibrante espectáculo de Zara Larsson, una voz que conquistó inmediatamente a todos los espectadores antes del espectacular concierto de Jess Glynne, uno de los más seguidos de la jornada. Antes aparecieron en el Gibtelecom Stage los miembros de un grupo español mítico, Los Secretos, que se ganaron al público con un puñado de canciones inolvidables y, sobre todo, con un homenaje al gibraltareño  Albert Hammond cuando entonaron el Échame a mí la culpa. Con ellos se inició la cuenta atrás para que subieran al escenario los Europe y su emblemático The final Countdown. Con Joey Tempest en plena forma el Festival se llenó de rock al ritmo de Carrie.

 

El final fue de gran altura. El público disfrutó, no sin un cierto punto de nostalgia, con los clásicos de Bryan Ferry y corrió para cerrar la noche con el brillante concierto de Stereophonics. Bueno, cerró el que quiso, porque en la zona de dance aunque quedaban por actuar 99 Solus, Don Diablo y Kristian Vinales.

 

La música terminó por tanto tarde, con el público satisfecho y agotado, deseando repetir el próximo verano con un cartel que, seguramente, volverá a brillar agran altura.   

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