Cultura

Elogio de la literatura como "rebeldía"

  • Mario Vargas Llosa emociona en Estocolmo en su discurso de agradecimiento del premio Nobel

La literatura, la libertad y el compromiso político. En una sala abarrotada de visitantes, el escritor peruano Mario Vargas Llosa fue fiel a su trayectoria y a sus grandes temas al pronunciar ayer el tradicional Discurso Nobel en la Academia Sueca en Estocolmo. Fue una intervención emotiva ante un auditorio que hablaba mayoritariamente español por primera vez en 20 años. El frío del invierno escandinavo, en una ciudad donde los montículos de nieve se acumulan ya en los arcenes, no disuadió del viaje a una gran comitiva de representantes peruanos, así como de España, el país que ha adoptado a Mario como uno más de los suyos.

"Me gustaría que mi madre estuviera aquí", fueron algunas de las primeras palabras del novelista al empezar su conferencia titulada Elogio de la lectura y la ficción, pronunciada en español y que constituye uno de actos que más atención mediática despiertan todos los años en la capital sueca.

En el recinto ubicado en Gamla Stan, la Ciudad Vieja de Estocolmo, Vargas Llosa evocó con ternura a su familia y su infancia en Bolivia y Perú ante los ojos de su esposa, Patricia, y sus tres hijos, Álvaro, Gonzalo y Morgana. Después de rendir homenaje a sus grandes maestros -entre quienes citó a Flaubert, Faulkner, Cervantes, Dickens, Tolstoi o Thomas Mann-, el flamante Nobel de Literatura desgranó lo que ha convertido desde hace años en su manera personal de entender su oficio, especialmente marcada por el compromiso político y social.

"Igual que escribir, leer es protestar contra las insuficiencias de la vida", señaló el literato, con la voz sinceramente afónica por un resfriado. "Sin las ficciones seríamos menos conscientes de la importancia de la libertad". De forma paralela a su labor literaria, Vargas Llosa es un apasionado comentarista político que llegó a ser candidato a la presidencia de su país en 1990.

"Como todas las épocas han tenido sus espantos, la nuestra es la de los fanáticos, la de los terroristas suicidas", dijo también el escritor al hablar de temas de actualidad como las armas de destrucción masiva y el peligro de un "cataclismo nuclear". "Defendamos la democracia liberal", pidió.

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