jack

Drama, Alemania, 2014, 96 min. Dirección y guión: Edward Berger. Fotografía: Jens Harant. Música: Christoph M. Kaiser. Intérpretes: Ivo Pietzcker, Georg Arms, Luise Heyer, Vincent Redetzki, Jacob Matschenz. Pendiente de estreno en la comarca.

En la Alemania locomotora y mandona de la Eurozona también cuecen habas. Y si no que se lo pregunten a los niños protagonistas de esta segunda cinta de Edward Berger, dos hermanos cuya odisea por recuperar a la madre ausente puede leerse fácilmente en unas claves similares a las del cine de los belgas Dardenne.

El naturalismo, la estética del seguimiento y la cámara pegada a los cuerpos en acción son las estrategias esenciales de esta sintética crónica del desamparo que sigue durante tres días y tres noches, en un montaje preciso y encabalgado, a dos hermanos cuya joven madre ha desaparecido de escena en el enésimo acto de inmadurez e irresponsabilidad.

Y es ahí donde el niño Jack, una roca, un rostro impenetrable, un cuerpo siempre en movimiento y convulsión, pura tozudez y determinación, se erige en el protagonista de un viaje hacia ningún sitio en el que las rutinas, las repeticiones y los espacios configuran un renacido neorrealismo urbano y social en tiempos y paisajes de bienestar.

A Berger tal vez le pierda cierta voluntad de rebaja sentimental de su historia con la inclusión de algunas músicas dramáticas. Estrategia innecesaria que no empaña, empero, la coherencia conceptual y la fuerza de su proyecto y el soberbio trabajo del niño Ivo Pietzcker.