Cultura

Cerco al enigma del tesoro

  • La batalla legal entre Odyssey y España entrará en las próximas semanas en una fase decisiva. El juez dispone ya de datos sustanciales para resolver el misterio

La disputa legal entre la empresa estadounidense Odyssey y el Gobierno español sobre el misterio del tesoro del Cisne negro entrará en las próximas semanas en una fase decisiva en el tribunal de Tampa (Florida). El juez encargado del caso, Mark A. Pizzo, ha recibido ya datos sustanciales para desgranar el enigma en torno al origen de las monedas de oro y plata valoradas en 500 millones de dólares extraídas del fondo del mar.

Pero aunque Odyssey ha reconocido como hipótesis que el tesoro puede proceder de la fragata española Nuestra Señora de las Mercedes, la empresa estadounidense sostiene que no ha encontrado restos de ningún buque. Es más, en un planteamiento que el abogado del Gobierno español, James Goold, considera absurdo, Odyssey afirma que las monedas y la carga del enigmático barco pudieron ser tiradas por la borda.

La fragata Nuestra Señora de las Mercedes se hundió en octubre de 1804, tras un combate naval que libró una escuadrilla española con una flota inglesa frente a la costa portuguesa del Algarve y, según la teoría de Goold, sus restos deben estar en el mismo entorno que el tesoro.

Odyssey comunicó la semana pasada al juez Pizzo que "no existe confirmación de que el lugar (del pecio) represente a ningún barco en específico". Insistieron en que "un barco", el Nuestra Señora de las Mercedes, "pudiera estar relacionado con el pecio", aunque en ningún caso lo mencionan como una fragata, es decir, no sería un buque militar.

Para Odyssey, el "barco en cuestión" tenía asignadas las funciones de "transporte de pasaje, correspondencia y artículos diversos" en el momento de su hundimiento en 1804.

De hecho, aclaró la compañía, "la característica más destacada del lugar es la actual ausencia de un barco" y la concentración en la zona de un gran número de objetos, incluido monedas, pero sin rastro alguno del "casco de una nave, el lastre o la quilla, típicamente asociado a un naufragio".

Una serie de factores, como la distribución de los objetos extraídos del fondo marino, han llevado a la firma de exploración submarina a barajar la posibilidad de que el cargamento fuese arrojado por la borda del buque. Pero esa teoría es considerada "absurda" por Goold, quién explicó que en un futuro próximo proporcionará "los hechos verdaderos durante un anuncio público".

"Todo lo que dice Odyssey debería ser evaluado teniendo muy presente la credibilidad de esa declaración", aseveró Goold en relación a la teoría de que 17 toneladas de monedas de plata y cientos de artefactos "pudieron haber sido arrojados por la borda de un misterioso buque", dijo.

Otras teorías expuestas por Odyssey en el interrogatorio que dirigió el juez Pizzo se refieren a la posibilidad de que el cargamento se hubiese trasladado desde otro barco que se perdió en la zona a causa de una tormenta o procediese de una nave pirata que se perdió en ese área.

El 18 de mayo de 2007 la empresa de exploración submarina anunció el hallazgo de un tesoro compuesto de 500.000 monedas de plata (17 toneladas) y otros objetos en aguas internacionales, tesoro que, según el Estado español, procedía de un pecio de bandera española. Poco después del hallazgo, el Gobierno español presentó en un tribunal de Tampa una demanda contra la compañía para defender la propiedad del tesoro.

Odyssey se ha negado durante todo este tiempo a revelar la nacionalidad del barco y las coordenadas exactas donde se localizó, con el argumento de que desvelar esa información pondría en peligro la preservación del lugar del que se extrajo el tesoro.

Ahora, el pleito legal sobre el tesoro extraído parece entrar en una fase decisiva. Por un lado, el juez denegó la moción presentada por Odyssey de que se mantuviera la confidencialidad de las respuestas sobre la identidad del pecio y que éstas no se hicieran públicas. Por ello, España se prepara "a toda velocidad" para exponer el próximo 9 de mayo sus conclusiones y "los hechos verdaderos", dijo Goold.

Odyssey por un lado no se cierra a la posibilidad de alcanzar un acuerdo con el Gobierno español, aunque la firma de Greg Stemm también asegura: "El tribunal decidirá qué va a pasar con los objetos recuperados del Cisne negro".

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