Cultura

Álvaro Pombo corona su carrera con el Premio Nadal por 'El temblor del héroe'

  • El académico santanderino, que obtuvo el Planeta en 2006, reflexiona en este nuevo título de su prolífica carrera sobre la indiferencia en la sociedad y sus consecuencias · El galardón está dotado con 18.000 euros

Para el momento en que Álvaro Pombo (Santander, Cantabria, 23 de junio de 1939) comenzó a agradecer haber sido distinguido con el 68 Premio Nadal al final de la tradicional cena celebrada en el Hotel Palace de Barcelona, el galardón se le había caído al suelo, había dado más de un traspiés hasta llegar al atril y no acertaba a comenzar un discurso tan divertido, desordenado, verborreico, pleno de sensibilidad y exultante caos como tantas de sus intervenciones públicas que lo han convertido en una de las figuras más singulares y lúcidas de las letras españolas. "Estoy encantado, estoy muy feliz de haber sido premiado. El Nadal es la coronación de mi carrera. Y -bromeó- yo soy la persona más vieja de esta sala". Tras una intensa trayectoria vital y literaria, el escritor logra a sus 72 años, gracias a El temblor del héroe, título de la novela premiada, el más veterano de los galardones literarios en España, un premio que que convoca Ediciones Destino y está dotado con 18.000 euros.

Presentada bajo el seudónimo de Jorge Bruno y el título ficticio de Los amigos de Román, la novela parte de la experiencia que vive un profesor universitario jubilado, que contempla un suceso, y que da pie a Pombo a hablar sobre la indiferencia en la sociedad. "Mi novela trata de la ética del cuidado. Hay ética del cuidado y de la responsabilidad. Yo trato la del cuidado pero al revés... Son personajes que descuidan a otros". Y añadió: "Si no cuidamos a las personas, el mundo se viene abajo".

Académico desde 2004 con el sillón j, el autor de La fortuna de Matilda Turpin (Planeta, 2006), Pombo quiso recordar en su discurso la fascinación sobre Nada, de Carmen Laforet, obra distinguida con el primer premio Nadal y uno de los retratos más hondos de la posguerra española. "Me sigue pareciendo una de las mejores novelas de nuestro tiempo en español. Con 17 años la leí y la primera vez que llegué a Barcelona me fui derecho a la calle Aribau [en uno de cuyos pisos se desarrolla la obra de Laforet]. El concepto de nada en 1945 es el mismo que esta nada de 2012; incluso la de ahora es más insustancial".

Pombo publicó su primer libro de poesía en 1973, y desde entonces su trayectoria ha ido compaginando el verso con la prosa; y en los últimos tiempos ha acentuado su carácter comprometido al ser una de las cabezas más visibles del partido Unión, Progreso y Democracia (UPyD), hasta el punto de que en las elecciones de 2008 y 2011 encabezó la lista al Senado por la Comunidad de Madrid.

Ya desde 1977 publicó una colección con varias historias cortas protagonizadas por personajes homosexuales -Relatos sobre la falta de substancia- una tónica que ha continuado a lo largo de los años hasta una de sus últimas novelas, Contra natura, en la que dejaba entrever sus recelos hacia la frivolización imperante en el mundo gay. Aunque al principio sus obras fueron más bien pesimistas, su narrativa dio un giro considerable a partir de la publicación de El metro de platino iridiado (1990), ganadora del Premio Nacional de la Crítica, en la que empezó a ejercer lo que definió como "poética del Bien".

Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid, Pombo es un gran aficionado a la historia medieval y a la filosofía fenomenológica, así como a la investigación psicológica, algo de lo que hace gala en los habituales dilemas morales de sus personajes. Entre los numerosos premios que atesora destacan el Herralde de Novela, que ganó en 1983 con El héroe de las mansardas de Mansard, el Nacional de Narrativa de 2007 por Donde las mujeres y el Premio Fundación José Manuel Lara de 2002 por El cielo raso.

En la misma velada literaria, que cada año supone la apertura de la temporada literaria, además del Nadal se falló el 44 Premio Josep Pla de prosa en lengua catalana, y que ha recaído en Rafael Nadal por Quan erem felicos, sus memorias de infancia en Gerona.

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