Cultura

Algeciras inaugura honrada y con orgullo la escuela Sánchez-Verdú

  • El prestigioso compositor algecireño visita la ciudad para estrenar el nuevo edificio de una institución que llevará su nombre y en el que cientos de alumnos recibirán clases de música, danza y teatro

Honrada por la visita de un hijo ilustre y orgullosa por tal circunstancia y además por poder estrenar un moderno centro dedicado a la enseñanza de la música, la danza y el teatro, Algeciras inauguró ayer la Escuela Municipal José María Sánchez-Verdú. Quien presta su nombre a la institución, consagrado como uno de los mejores compositores del mundo, hizo un hueco en su agenda y se desplazó desde Dresde para ser el primero en abrir el nuevo edificio que albergará clases a cientos de alumnos.

Sánchez-Verdú, acompañado por su esposa e hijo y por sus padres, se mostró amable, cercano y modesto. Que la escuela lleve su nombre lo consideró "anecdótico" y subrayó que lo fundamental es que la ciudad va a disponer de un espacio en el que crear y exportar cultura, además de formar a potenciales valores.

Antes de que el compositor algecireño descubriera la inscripción que en la fachada une su nombre a la escuela, Tomás Herrera, alcalde de la ciudad, le regaló una batuta de ébano y Carmen Mayordomo, delegada de Cultura, le entregó una placa conmemorativa con la forma de un atril como en los que Sánchez-Verdú posa sus partituras.

"Lo más y único importante y grande es que la ciudad, que los habitantes de Algeciras, van a contar con un centro de cultura", remarcó el compositor algecireño. "Siempre olvidamos que el patrimonio de un país no se mide en el nivel de piedras o de libros, sino también en cosas que no se pueden tocar, como la música, la cultura o el pensamiento. Por eso estar aquí para mí es un orgullo; que en mi ciudad haya muchas personas que hayan luchado por un centro así. Que le pongan mi nombre es anecdótico, pero a mí me sirve además como estímulo, saber que tengo una vinculación y una obligación más con mis paisanos de Algeciras".

Tomás Herrera, que emplazó a Sánchez-Verdú a una futura visita a la ciudad para dirigir o presentar alguna de sus obras, destacó la doble intencionalidad del acto celebrado ayer, la de inaugurar el nuevo edificio de la escuela y también rendir homenaje a quien lleva su arte y pasea el nombre de la ciudad por todo el mundo. "Hoy es un día muy feliz para quienes trabajamos en la función pública y más en los recursos culturales", aseguró Carmen Mayordomo, quien leyó una carta de Inmaculada Nieto, de quien ha recibido las funciones del área de Cultura debido a su baja por maternidad. Nieto repasó el proceso de creación de la escuela municipal y el posterior proyecto de construcción del inmueble estrenado ayer, financiado con el Plan E y en el que se han invertido más de 700.000 euros.

El edificio se encuentra en la plaza María de Molina y una de sus alas es parte del antiguo colegio San José de Calasanz. Tiene 726 metros cuadrados y dos plantas. Resalta un pequeño teatro con 110 butacas. Sánchez-Verdú fue quien primero pisó esos suelos recién pulidos.

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