Provincia de Cádiz

La víctima de violencia machista mil y la víctima gaditana cero

  • La Policía confirma como crimen machista la muerte de una mujer en Córdoba. Es el número mil. El asesino es el mismo que mató en 2002 a Amanda Cabeza en Algeciras, una víctima que no está en las estadísticas. Desde 2003 se han contabilizado quince crímenes de género en la provincia 

Traslado del cuerpo de Ana Lucía al tanatorio el pasado viernes en Córdoba

Traslado del cuerpo de Ana Lucía al tanatorio el pasado viernes en Córdoba / Laura Martín

Amanda Cabeza Aparicio tenía 21 años cuando fue asesinada por su marido, Salvador Ramírez. Salvador estranguló a Amanda con un cable de la plancha mientras ella estaba en la bañera. Había acudido a la casa para convencer a Amanda, con la que tenía tres hijos, de que no se separara de él. Era el 10 de abril de 2002. Amanda no se encuentra en las estadísticas de violencia machista. En aquella fecha no se contabilizaba.

Debido a que el crimen tuvo lugar antes del año 2003, Amanda no está contabilizada como víctima oficial por parte de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género. Fue desde ese año cuando se empezaron a contabilizar este tipo de crímenes machistas con vistas a la aprobación, un año más tarde, de la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.

Desde hoy, la contabilidad de esta macabra estadística alcanzó oficialmente el número mil. La víctima mil vivía en Córdoba, se llamaba Ana Lucía y su asesino, que posteriormente se suicidó, no era otro que Salvador Ramírez, el mismo que mató a Amanda hace 17 años. Esa fue la pena a la que había sido condenado por un jurado popular. Cuando mató a Ana Lucía, quemó la casa y después se suicidó, se encontraba en libertad condicional a la espera de salir en libertad. 

El Gobierno ha confirmado que el asesinato de Ana Lucía es un caso de violencia de género, por lo que el número de víctimas mortales a manos de sus parejas o exparejas desde el año 2003 se eleva a 1.000, según se recoge en la estadística oficial.

Según estas cifras, la media es de 60 asesinatos cada año y el ejercicio con más víctimas mortales fue 2008, con 76 mujeres asesinadas, seguido de 2010, con 73; y el que menos, el año pasado, cuando se registraron 47. En lo que va de 2019, la cifra asciende a 25.

En este periodo en la provincia se han producido quince de estos mil crímenes. No es un índice demasiado alto si se hace una comparativa. Si en Cádiz con 1,2 millones de habitantes se han producido quince crímenes, en Málaga, con 1,6 millones se han producido más del doble: 39. O Granada, con 912.000 habitantes, ha tenido que enterrar a 34 mujeres por esta causa, las mismas que Almería, con 709.000 habitantes.

Hay otras variables en el examen de estas estadísticas que proporciona el Instituto de la Mujer, dependiente del Ministerio de la Presidencia y de Igualdad. En Cádiz casi todos los criminales eran españoles, trece de quince, mientras que en Madrid 56 de los 106 casos eran de otra nacionalidad. En la mitad de los casos de Cádiz se trataba de parejas, no ex parejas y, en una tendencia inversa a la mayor parte de los casos, sí se había denunciado violencia anterior (11 de 15), cuando de los mil casos registrados en toda España es un 70% el que no había denunciado con anterioridad. El peor año fue el primero en el que se contabilizaron los crímenes, en 2013, cuando se produjeron tres. Desde 2014 no se registra en la provincia ningún crimen de violencia machista en la provincia. 

La primera en incorporarse a este recuento en España fue Yaneth, una extranjera de 28 años que fue arrojada desde un segundo piso por el que era su novio en la localidad malagueña de Fuengirola el 7 de enero de 2003. La última en incluirse ha sido Ana Lucía. El nombre de Amanda no está entre ellas.

Si bien este registro oficial se configuró con el objetivo de esclarecer la magnitud de la violencia de género, lo cierto es que tras 16 años en funcionamiento, tiene ciertas 'lagunas'. La primera es que la contabilidad oficial no incluye ningún crimen cometido antes de 2003, como es el caso de Ana Orantes, la mujer asesinada en 1997 en Cúllar Vega (Granada) por su exmarido un par de semanas después de relatar su historia de malos tratos en un programa de televisión. Su asesinato marcó un antes y un después en la sensibilización y legislación en materia de violencia de género.

Otra de las 'lagunas' detectadas en el registro oficial es que únicamente contabiliza los crímenes de mujeres en el ámbito de la pareja o expareja, ya que la Ley de 2004 contra la violencia de género la reduce a esa esfera sentimental, sin contemplar asesinatos cometidos por varones a los que desconocían. Es por este motivo por Diana Quer --la joven madrileña asesinada por José Enrique Abuín, alias 'El Chicle', el 22 de agosto de 2016-- o Laura Luelmo --la profesora que fue asesinada por un hombre en Campillo (Huelva) en diciembre de 2018-- no han sido incluidas en él.

Al respecto, la Delegación del Gobierno ya avanzó hace unos meses que está trabajando en la recogida de datos estadísticos de los casos de asesinatos y homicidios de mujeres fuera del ámbito sentimental. El objetivo es contabilizar otros tipos de asesinatos machistas que sí están reconocidos en el Convenio de Estambul, como los perpetrados por desconocidos.

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