Provincia de Cádiz

Las ventas de coches siguen cayendo mes tras mes y el sector ya habla de crisis

  • Las matriculaciones descienden un 15% en junio y un 12,8% el primer semestre del año

Exterior de un concesionario en la provincia de Cádiz, el pasado viernes.

Exterior de un concesionario en la provincia de Cádiz, el pasado viernes. / Fito Carreto

Las matriculaciones de turismos y todoterrenos descendieron el pasado junio en la provincia de Cádiz un 15,27% respecto a ese mismo mes de 2018. El primer semestre de este año cierra así con una caída acumulada de un 12,85%, superior al 9,4% de descenso que marcó el primer trimestre.

El mercado del automóvil en la provincia refleja de ese modo el mal momento que afronta el sector a nivel nacional. Las previsiones que apuntaban a un mal 2019 están resultando acertadas. Fabricantes y concesionarios hablan ya con claridad de una “crisis en la automoción” y reclaman al Gobierno medidas urgentes para paliarla.

En junio de 2018, el canal de particulares sumó 1.729 las matriculaciones en la provincia pero en junio de este año fueron 1.465. Y el primer semestre del año pasado hubo en el mismo canal 9.446 matriculaciones pero en los seis primeros meses de 2019 fueron 8.232. El canal de particulares es el que verdaderamente refleja la situación del mercado del automóvil.

Los datos han sido proporcionados por la asociación de fabricantes de automóviles Anfac. Su vicepresidente ejecutivo, Mario Armero, advierte de que el sector encadena tres trimestres de caídas en las ventas de vehículos, afirma que ya se puede considerar que el sector vive una crisis y anota una única causa: “No hay ningún indicador económico que sustente este descenso más allá de la incertidumbre de los consumidores”.

El año pasado no terminó tan mal en la provincia de Cádiz, que lideró con Córdoba (cada una con un 5,7% más respecto a 2017) el incremento anual de matriculaciones de vehículos en el segmento de particulares. No obstante, ese aumento de 2018 quedó lejos de los registrados en 2017 y en 2016, cuando las matriculaciones crecieron en Cádiz un 13,3% y un 14,4%, respectivamente. Y más alejado aún de lo ocurrido en años anteriores: un 22,4% de incremento de matriculaciones en 2015 y un 22,6% en 2014. A ello se sumaba que el pasado diciembre ya fue un mes precursor de la tendencia a la baja que se vive ahora: Cádiz anotó un descenso de un 2,28% en las matriculaciones en relación con ese mismo mes de 2017.

Los vendedores están viviendo este momento “con mucha incertidumbre”. Lo dice Marta Blázquez, vicepresidenta ejecutiva de la asociación de concesionarios Faconauto, que coincide con Mario Armero en que el contexto económico no justifica “una tendencia tan mala” en las ventas de vehículos. Tantos meses de retroceso, afirma, “ponen en peligro puestos de trabajo, la viabilidad de los concesionarios y sus futuras inversiones”.

Blázquez llama la atención sobre el hecho de que en los dos últimos días del mes de junio se han acumulado de nuevo el grueso de las matriculaciones (a nivel nacional, unos 35.000 vehículos) y que muchas de ellas son automatriculaciones: “No se puede solucionar la caída del mercado, sobre todo de particulares, maquillando los datos con un aluvión de operaciones que hace el propio sector. Los concesionarios han tenido que automatricular más de lo habitual para mantener artificialmente el mercado y frenar la caída”.

La situación es realmente “delicada”, explica Ana Sánchez, directora general de la asociación de vendedores de automóviles Ganvam. ¿La causa?. Sánchez coincide en señalar dos directamente relacionadas, o bien causa una de la otra: “La inestabilidad política y la incertidumbre que envuelve al consumidor”.

La directora general de Ganvam sostiene que es necesario poner en marcha estímulos que liberen la demanda retenida aplicando el principio de neutralidad tecnológica. “No es de recibo”, se lamenta, “que vehículos diésel que cumplen con toda la normativa medioambiental y que son absolutamente eficientes caigan el 33%. No se puede confundir al consumidor. La Administración tiene la responsabilidad de impedir una caída libre mercado, ya que si no se actúa tendrá una efecto negativo en la economía en su conjunto”.

Mario Armero cree que la tendencia a la baja es reversible: “Tenemos una salida. Tenemos que trabajar en positivo con todos los agentes sociales, con un plan de achatarramiento, coordinación entre las leyes de cambio climático e impulso a la compra de los vehículos alternativos, en línea con la política marcada por la ministra Reyes Maroto”.

Marta Blázquez también ve posible dar la vuelta a la situación: “El sector necesita que se forme cuanto antes un Gobierno estable que tome la iniciativa, trabaje con el sector, y que lance medidas y mensajes que devuelvan la tranquilidad al comprador”.

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