Puerto Real

Los trabajadores de Navantia Puerto Real vuelven a movilizarse por la falta de trabajo

  • El comité de empresa anuncia medidas de protesta tras celebrar una asamblea en la planta puertorrealeña

La presidenta del comité de Navantia Puerto Real, Margarita Forné, se dirige a la asamblea de este viernes.

La presidenta del comité de Navantia Puerto Real, Margarita Forné, se dirige a la asamblea de este viernes. / D. C.

Navantia Puerto Real vuelve a movilizarse para reclamar más carga de trabajo. Los trabajadores del astillero han celebrado este viernes una asamblea en el que se ha anunciado el "comienzo de movilizaciones en demanda de cumplimiento de los compromisos de carga de trabajo del Plan Industrial e inversiones", según ha indicado la presidenta del comité de empresa, Margarita Forné.

Desde la entrega del último petrolero para Ibaizábal, la factoría gaditana no tiene ningún barco en cartera, salvo la construcción de varios módulos para el contrato de las corbetas que se está ejecutando en Navantia San Fernando. Además, en los próximos meses llegarán cinco cruceros para ser reparados, ante la falta de espacio en el astillero de Navantia Cádiz, según anunció la presidenta de la empresa pública, Susana de Sarriá, el pasado mes de julio.

La principal actividad de Puerto Real en estos momentos es la finalización de tres contratos relacionados con el negocio off-shore. En agosto celebró el acto de corte de la primera chapa de una plataforma para un campo petrolífero en Noruega. Asimismo, está enfrascada en la construcción de 20 soportes para el parque eólico marino Moray Firth Offshore East, y en la estructura de un molino flotante para el campo Kincardine, ambos en Escocia.

Con estos encargos, Puerto Real cuenta con carga de trabajo durante algo más de un año para más de 3.000 trabajadores, según resaltó el director del astillero Bahía de Cádiz, Javier Herrador, en agosto. Sin embargo, los representantes sindicales han insistido en numerosas ocasiones en la infrautilización del astillero, que cuenta con uno de los mayores diques secos de Europa, y defienden que su negocio principal "es y debe seguir siendo la construcción de barcos".

Cabe recordar que los representantes sindicales del astillero presentaron en enero un preaviso de huelga para todo 2019 ante la falta de pedidos en firme que se materializó en un día de paro de 24 horas y la negativa de la plantilla a realizar horas extra. La llegada de los contratos eólicos devolvió la calma al astillero.

Pero sigue pesando en el ánimo de la plantilla el retraso de los barcos contemplados en el Plan Estratégico 2018-2022 de Navantia, que comprenden tanto el Buque Logístico de Transporte conocido como TLET como el Buque de Acción Marítima de Investigación Subacuática (BAM-IS). La empresa naval se comprometió en febrero a que "en breve" se iniciarían los trabajos de ingeniería del BAM-IS, pero no se ha vuelto a saber nada de esta iniciativa.

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