Tribunales Cádiz

Sin pruebas directas en torno a la muerte violenta de 'El Maestro' en Benalup

El acusado llega a la Audiencia de Cádiz procedente de prisión.

El acusado llega a la Audiencia de Cádiz procedente de prisión. / Lourdes de Vicente

La Audiencia Provincial de Cádiz acoge desde este lunes un juicio con jurado a un hombre acusado de matar a otro a golpes en su casa de Benalup en noviembre de 2019. Los miembros del tribunal popular tendrán que decidir si el principal sospechoso de la muerte de Ildefonso Guillén alias 'El Maestro' cometió un homicidio, como afirma la Fiscalía, un asesinato, tal y como sostiene la acusación particular ejercida por la familia del fallecido, o es inocente, según plantea la defensa. 

Los indicios serán claves para esclarecer la muerte violenta de Ildefonso Guillén, un profesor jubilado adicto a las drogas, pues no hay pruebas directas que incriminen al único procesado en este asunto. Las acusaciones pública y particular estiman que las distintas pruebas periciales y testificales que se desarrollen a lo largo de la vista oral otorgarán a esos indicios la fuerza suficiente para que el jurado emita un veredicto de culpabilidad. Sin embargo, con la práctica de esas mismas pruebas, la defensa del encausado considera que se demostrará que no hay carga suficiente para enervar la presunción de inocencia.

En la primera sesión del juicio celebrada este lunes en el Palacio de Justicia de Cádiz prestó declaración P., el acusado. Éste explicó que mantenía un contacto estrecho y diario con la víctima. "Vivíamos en la misma calle, a unos 300 metros el uno del otro", manifestó.

Desde agosto de 2019, cuando salió de prisión tras cumplir una condena de seis años por robo, se veía con Ildefonso "tres o cuatro veces al día", señaló el encausado. "Yo le compraba droga. También le ayudaba a distribuirla y él, a cambio, me pasaba dosis", explicó. 

La tarde-noche anterior a los hechos, la del 13 de noviembre de 2019, ambos coincidieron en la casa de la víctima. "Estuvimos consumiendo y charlando. Ildefonso me contó que al día siguiente tenía un juicio y como no tenía ropa limpia, le traje algo decente de mi casa. Sobre las once y media de la noche lo llamaron por teléfono. Me dijo que tenía que salir, no sé si era para recoger polvo o para verse con otra persona. El caso es que yo me fui a mi casa y no salí de allí hasta la mañana siguiente", aseveró el acusado, que, a preguntas del fiscal, añadió que cuando llegó a su domicilio se duchó y puso una lavadora. "Era mi costumbre".

A la mañana siguiente, prosiguió su relato, acudió de nuevo a la casa de 'El Maestro'. "Lo llamé y no estaba. Le telefoneé y el móvil estaba apagado o fuera de cobertura, así que me fui con otros a tomar 'rebujito' (mezcla de cocaína y heroína). Por la tarde volví a llamar al móvil de Ildefonso y como no contestaba, regresé a su domicilio. Abrí la cancela y desde la ventana vi una mancha muy grande en el suelo y un bulto", declaró el procesado.

Según la versión de P., esa misma tarde se encontró a la hija de Ildefonso y le mostró su preocupación por no haber visto a su padre en todo el día.

Cuestionado por la Fiscalía, el encausado negó en rotundo que matara a golpes a la víctima esa madrugada y precisó que supo de la muerte de Ildefonso por su yerno. Interrogado sobre la razón por la que apareció el móvil de la víctima en la parte trasera de su casa, el encausado dijo desconocer el motivo.

Por último, respondió a su defensa que era toxicómano desde que tenía 17 años.

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