Avanzan las obras para restaurar la iglesia del colegio de Las Carmelitas, situada junto a este centro de enseñanza de El Puerto de Santa María, en el casco histórico de la ciudad, en la esquina de las calles Pedro Muñoz Seca (Nevería) y Santo Domingo. Se trata de la única iglesia de estilo neogótico que hay actualmente en la localidad portuense, construida a finales del siglo XIX bajo la advocación del Sagrado Corazón de Jesús. 

La necesidad de acometer la restauración y consolidación de la fachada de este discreto pero hermoso edificio, situado pared con pared con el colegio, se puso de relieve en 2019, cuando se desprendió una piedra de una de las cruces que rematan las espadañas del pretil, que sostienen las campanas, debido al óxido que presentaban las sujeciones metálicas. Como medida de prevención ante el riesgo de nuevos desprendimientos, se instaló una malla protectora, y desde entonces, la congregación de Las Carmelitas y la Fundación Vedruna vienen trabajando para poder acometer la reparación cuanto antes, ya que la iglesia está junto a la puerta de entrada del colegio.

El inicio de las obras se retrasó debido a la pandemia, aunque durante 2020 se iniciaron las gestiones necesarias para iniciarlas. Ya a principios de 2021, después de las vacaciones navideñas y con todos los permisos pertinentes, entre ellos el de la Comisión de Patrimonio de la Delegación Territorial de Cultura, se inició la intervención. 

La iglesia, lugar de celebraciones especiales del colegio de Las Carmelitas, permanecerá cerrada mientras duren las obras, habiéndose establecido un protocolo para la prevención del Covid-19 en relación a la entrada y salida de los obreros y técnicos de la obra, para minimizar la interacción con el alumnado, según ha señalado la directora del centro, Paqui Jiménez, ya que la iglesia está adosada a las dependencias del centro de enseñanza, con el que tiene acceso directo.  

Una imagen de las torres-espadañas que coronan las fachada, donde se encuentran las campanas.

La intervención consiste en el arreglo de la fachada, construida básicamente de piedra, yeso y ladrillo, y que ha sido cubierta de andamios y lonas protectoras en su totalidad para que los operarios puedan trabajar y aislarla de la calle. Se procederá a la restauración integral de la fachada, incluyendo elementos como el rosetón de cristales multicolor, ventanas y otros elementos ornamentales, así como las espadañas que coronan el edificio, donde se sitúan las campanas, que serán igualmente desmontadas para su puesta a punto. Elementos de madera, como la puerta principal, marcos y contraventanas serán también objeto de reparación.

Las obras corren a cargo de la empresa Torresola, una constructora especializada en la restauración de edificios antiguos, que ya ha realizado algunas actuaciones en otros templos de la provincia.   

De igual forma, el arquitecto a cargo de supervisar la intervención es Miguel Ángel Santíbañez. De manera paralela a la reparación de los exteriores, entre los que se incluirá la cubierta a dos aguas del templo. Se está procediendo también a realizar un diagnóstico del interior, donde también se van a ejecutar algunas mejoras. Entre ellas, el cambio de las vigas de la cubierta que no estén en buenas condiciones, al igual que las del coro alto, que están deterioradas por el paso del tiempo. En cuanto a los revestimientos de piedra y escayola propios de esta arquitectura también serán supervisados y se restaurarán en caso necesario.

La intervención no prevé obra alguna en el panteón de la familia Osborne, situado en una cripta en el subsuelo de la iglesia, donde se conservan los restos de los iniciadores de esta saga de empresarios bodegueros.

Aunque el coste de la intervención en un edificio de estas características es difícil de cuantificar por adelantado, ya que van surgiendo cosas nuevas conforme avanzan los trabajos, el presupuesto estimado, en principio, alcanza los 100.000 euros, que aportará la propia Comunidad y la Fundación Vedruna. Por el momento, las obras no cuentan con apoyo de ninguna administración, pese a la singularidad que reviste este edificio.

En cuanto a las imágenes que conserva en su interior, estas se encuentran debidamente protegidas durante el tiempo que duren las obras. Hay entre ellas una Virgen del Perpetuo Socorro, una joya artística inusual a nivel mundial, ya que está representación que se da en muy escasas ocasiones en forma de escultura.

Una vez que finalicen la rehabilitación, que se extenderá hasta final de año, es intención del colegio si la situación de la pandemia lo permite, celebrar unas jornadas de puertas abiertas para dar a conocer entre los portuenses los resultados de la restauración de este singular edificio religioso.