20 vivencias del 20

El alcalde que lloró de impotencia

  • Rafael Aguilera, regidor de Alcalá del Valle, recuerda los momentos más duros que le ha tocado vivir a lo largo de una pandemia que se cebó de lleno con esta localidad serrana

El alcalde de Alcalá del Valle, a las puertas de la residencia de ancianos.

El alcalde de Alcalá del Valle, a las puertas de la residencia de ancianos. / EFE

Rafael Aguilera, el alcalde de Alcalá del Valle, no llevaba ni un año en el poder municipal cuando todo se le vino abajo. Reconoce que ha sido “lo peor de lo peor” que le ha tocado gestionar en su vida. Corría los últimos días de marzo y se agrandaba abril y no había “conocimiento a lo que nos enfrentábamos. No se sabía nada del virus”. Un bicho, el coronavirus, que se ensañó con la residencia de mayores de su pueblo, afectando a toda la plantilla y a 44 mayores contagiados, dejando un saldo en aquel entonces de once fallecidos.

“Tomé conciencia de lo que se nos venía encima cuando mandamos a cinco sanitarias a hacerse la primera prueba y tres estaban infectadas. Automáticamente nos pusimos a trabajar con las administraciones y a todos los residentes se les hizo el test. De buenas a primera nos vimos con la totalidad de la plantilla de la residencia confinada y con 44 mayores positivos en el centro sin que nadie los atendiera. Sin enfermeras, ni personal de limpieza ni cocineros”, relata.

Así que pidió un SOS mediático ante toda España, que situó a Alcalá del Valle en la primera plana. “Era un suplicio conseguir una ambulancia para desplazar a mis mayores a los hospitales. Cuando conseguíamos que llegaran al hospital de Ronda los echaban para atrás en horas”, afirma.

El regidor, que finalmente también se infectó del Covid19 junto a su hijo, no olvida el momento más duro que le tocó vivir en esos primeros compases del virus.  “Tuve que ver cómo un hombre se iba apagando poco a poco porque no había una botella de oxígeno en pleno siglo XXI". Finalmente, gracias a la actuación de la Guardia Civil, que la consiguió, ese hombre se salvó en el último minuto. Dice Aguilera que es muy triste “ver a los más mayores, que han levantado este país, que no han disfrutado y que no había una respuesta de las administraciones para garantizar la vida. Eso te rompe el corazón. Todo aquello lo denuncié. Fuimos de los primeros en tener este problema del coronavirus en una residencia de mayores en la provincia. Y no quiero pensar qué hubiera pasado si se da el caso en cinco pueblos de nuestra zona a la vez”.

En marzo murieron 11 personas en Alcalá del Valle, la mayoría ancianos de la residencia, y en noviembre fallecieron otros cinco vecinos más“No me da vergüenza decir que he sufrido mucho, que he llorado de impotencia ante este enemigo invisible”, se sincera.

En noviembre, este pueblo de la Sierra sufrió la mayor incidencia del virus en la provincia. Y el regidor critica que, pese a que se anunció esta segunda ola, las administraciones “no han estado a la altura con hospitales colapsados, falta de personal sanitario y falta de rastreadores”.

De todas las experiencias que ha dejado el Covid19, Aguilera cree que “en momentos así hay que tomar medidas impopulares de restricción de la movilidad para garantizar la salud. Después se ayudan a las empresas que lo están pasando mal, pero primero es la vida de la gente”.

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